Que bendición es vivir en la santa presencia de Dios. Disfrutémosla porque está al alcance de nuestro corazón. Permítenos Padre que impactemos al mundo con tu amor. Deseamos que nuestras almas queden iluminadas con el sol de la bondad. Mientras nos tengas en la tierra hablaremos de lo que Tu Señor nos das. Llenemos el corazón de ambiciones locas de amor porque son para el Señor.
Estamos embriagados Papa porque Tú nos quieres llevar alla. Hermanos equivocados del mundo, si supiéramos lo que perdemos por no seguir al Señor nuestro Dios.
Papacito Dios, embriágame el corazón con delicias de tu amor. En la presencia del Señor queremos vivir y ningún poder ni en el cielo ni en la tierra nos lo puede prohibir. Somos los peregrinos que alegres te seguimos por los bellos caminos del Señor.
Todos los animalitos son criaturas tuyas Señor, pero en forma muy especial para mí son los pajaritos que te cantan cada mañana. Alabado sea Dios!
Mira hermano descarriado que te puedes salvar, busca al Señor de la vida que él no te va a despreciar. Tú podrías venir conmigo para que compartamos las delicias del Señor, porque no hay nada mejor que seguir los bellos caminos de nuestro Dios.
Hermanos queridos del mundo, podríamos hacer algo más para alcanzar las almas que deseamos entregar al Señor. Las tareas que nos pusiste Papa Dios son todas hermosas y bellas en los campos del Señor.
Deseo terminar dándoles un fuerte abrazo a los que lean este mensaje y lo retransmitan en la sociedad.
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo
Diciembre 7, 2007