Hola familia
y amigos del Blog, hoy quiero comunicarles que el 20 de febrero de 2015
celebramos el cuarto aniversario de nuestro blog. Estamos muy contentos de
poder celebrar este 4º aniversario con todos los lectores porque son parte muy
valiosa en esta obra. También estamos muy agradecidos con Dios pues los
resultados han sido muy positivos.
Esperamos
que este año 2015 crezcamos mucho más, pero sobre todo en el conocimiento de
nuestro Señor JESUCRISTO. No olviden que hace algún tiempo iniciamos el
blog en el idioma Ingles para que muchas más personas tengan acceso a él. Espero
que mis sanos consejos les sirvan siempre a todos.
Ahora quiero
enfatizarles y recordarles situaciones, circunstancias, y experiencias que todos
vivimos las cuales vienen y se van para nunca más regresar.
LA VIDA: Nosotros
todos los seres humanos por designio de Dios pasamos por esta Tierra una sola
vez y no regresamos, ya que el Señor nos lleva a otra vida que es eterna. Así
que tengamos mucho cuidado porque es en esta vida donde se determina donde
pasaremos la eternidad: En vida eterna con JESUCRISTO o en condenación eterna
sin Él. Nosotros mismos escogemos. Recuerda que mientras hay vida, hay
esperanza ya que estamos en el tiempo de la misericordia. Por favor escoge
bien!
PALABRAS: Las
palabras y frases una vez pronunciadas salen y no regresan, sean destructivas o
edificantes. Procuremos hablar solo aquello que edifique, aliente, consuele, y
ayude a los que escuchan.
EL TIEMPO: Este
sí que resbala fácil para nunca más volver, por eso es tan importante lograrlo
al máximo repartiendo amor por todas partes.
LAS
OPORTUNIDADES: ¿Han observado que algunas veces por nuestra negligencia las
dejamos pasar de largo sin darnos cuenta que estas tampoco regresan? Así que
debemos estar alerta para cuando llegue una buena oportunidad inmediatamente
lograrla, sabiendo muy bien que posiblemente no la volveremos a tener.
OPORTUNIDAD
DE SALVACION: Quiero decirte que hoy es el tiempo aceptable, hoy es el día de salvación.
No desprecies esta oportunidad de reconciliarte con Dios por medio JESUCRISTO
quien murió y resucito para darnos vida en abundancia. Este es el mejor negocio
del mundo, la Salvación. Recuerden que esto lo repetía mi esposo muchas
veces. Así que por favor luchemos por este valioso premio que no se acaba,
no se oxida y es verdadero. Es el trofeo que el Señor nos tiene preparado
a todos los que lo buscamos. No olviden que si nos acercamos a Dios, EL se
acercara a nosotros. Si nos humillamos ante EL, EL nos exaltara, así lo
dice la Biblia. Así que es hora de tomar a Dios en serio y exaltarle como
se lo merece.
MISERICORDIA:
Tampoco olviden que siempre ha sido la misericordia de Dios la protagonista en
todos los capítulos de la historia humana y por ende en nuestras vidas. Por eso
debemos actuar siempre con misericordia para con el prójimo. “Bienaventurados
los misericordiosos porque ellos alcanzaran misericordia.” (Mateo 5:7).
Así que la vida en esta Tierra, las palabras, el tiempo, y las oportunidades
son situaciones que todos experimentamos las cuales vienen y se van para nunca
mas regresar.
Les cuento
que los seres humanos somos tan raros, tan raros que nacer no pedimos, pero
Dios nos regala la vida. Morir no queremos, pero Dios nos reclama la vida
cuando es su Voluntad. Vivir no sabemos, pero Dios nos ayuda y nos guía si se
lo pedimos.
Les repito
mi deseo es que apliquen en sus vidas mis sanos consejos ya que son con mucho
amor y con muchos deseos del bienestar de sus vidas presentes y después de la
muerte.
Con amor,
María Fanny
Agudelo
02/ 10/15
Los invito a las alturas a esa bella
mansión que el Señor preparo para todos los amigos de Dios. Si me sigues el
consejo pónganse todos a bailar porque tenemos al alcance de nuestro corazón la
gran felicidad. Papacito Dios, te pedimos salvación porque el Señor JESUCRISTO
al precio de su sangre divina nos compro. Eres tan lindo Papa, que todo lo que
hagamos nos parece poquito para alcanzar la gran felicidad. Por eso apelamos a
nuestro divino Salvador que con sus meritos infinitos, seguros vamos a la gran
felicidad. Sentimos una alegría tremenda que no nos cambiamos por nada ni por
nadie, nuestro divino Señor.
