Mi esposo y yo fuimos criados en familias católicas en Colombia, y desde muy temprana edad nuestros padres nos enseñaron los principios morales fundamentales de la religión católica. Pero en abril del año 1989 fue cuando comprendimos el verdadero concepto de ser cristiano y desde entonces nuestra relación con Dios la hicimos más personal y fue en esa época cuando renacimos de nuevo como hijos de Dios en el cristianismo. Desde entonces comenzamos a escribir. José Joaquín ha escrito reflexiones acerca del amor de Dios y mensajes de esperanza para la humanidad, y yo sabios consejos para todas las familias de la tierra.

Wednesday, July 15, 2020

VERDADES ETERNAS


Consideremos la siguiente situación: Que para ti amigo o hermano y también para mí, dentro de cien mil millones de siglos nosotros existiremos en el Cielo o en el infierno. No nos digamos mentiras. Estaremos en el lugar que hayamos escogido durante la vida y todos tenemos que afrontar esta situación; gústenos o no nos guste, queramos o no queramos, así lo dispuso nuestro verdadero dueño, el Señor. Vámonos hacia las alturas que conducen nuestros pensamientos en un campo de ternura emanado del corazón. No nos quedaríamos en la tierra, no faltaría más porque somos del Señor y de nadie más. El silencio de la vida nos conduce a profundidades y nos empapamos de lo eterno desde antes de llegar allá. El tiempo que pasa lo sentimos con ternura porque son pasos que damos hacia una vida sin fin. Y es algo muy serio porque no nos podemos equivocar, pero cuando nos equivoquemos, corrijámonos pronto porque lo que sigue es el paso a la eternidad. Hablo para ti amigo anónimo. Vámonos con el Señor porque no hay otro camino que sea mejor.
Amigo, si tú lees este mensaje, anímate como me he animado yo porque tenemos que engrosar el ejército de almas que vamos hacia Dios. Ni un paso atrás, ya que el Señor nos dio ese derecho y no lo podemos perder -no faltaría más- como la única y gran felicidad en el más allá.
Cordialmente,
                          José Joaquín Agudelo G.
                          Diciembre 13, 2008 

LA ORACION


“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.”  Mateo 21:22

Hola familia y amigos.  ¿Sabían que la oración no es repetir algunas frases bonitas que otro escribió? Más bien es una conversación con Dios que sale del corazón y del alma. Todos dependemos de la oración. Dios puede hacer lo que Él quiera, pero se ha propuesto obrar a través de nosotros los cristianos por medio de la oración, ya que con ella pueden suceder grandes cosas. Jesús dijo que si tienes fe como un grano de mostaza puedes trasladar montañas (Mateo 17:20). Se puede obtener lo que pedimos según la fe que tengamos y lo esencial no es una oración larga, sino el grado de fe con que oramos.  Cuando se cree de verdad, la oración es escuchada por Dios.  En cierta ocasión Dios dijo que en Israel estaban ocurriendo cosas muy malas porque no había alguno que se esforzara por invocar a Él (Isaías 64:7).  Algunas veces el Señor deja que todo dependa de la forma en que le pedimos por medio de la  oración, y si lo invocamos a medias recibimos a medias la respuesta.  Él también dijo  que si me buscaréis y me hallaréis, es porque me buscáis de todo corazón (Jeremías 29:13).
 Cuando nos decidimos a orar más y a clamar más en el nombre de Jesucristo, de inmediato se ven los resultados, pues el Espíritu Santo se pone en acción y empiezan a suceder cosas grandes.  Tenga claro que El siempre responde cuando nos esforzamos para invocarlo de todo corazón. Su respuesta puede ser: “Si”, “No”, “Espera.” Jesús nunca falla y a Él le importa tu vida por eso ora y pide fuerzas para cada día y si las cosas no salen como esperamos, no te preocupes porque están saliendo como Dios quiere.  Mi esposo decía: ‘Dios siempre escucha la oración humilde’. 
La oración no solo es hablar o pedir a Dios, también es escuchar al Señor porque de lo contrario sería solo un monólogo. La oración trae sanación, relación con Dios, paz, progreso, y bendición. La oración es una muestra de que somos hijos de Dios y que hemos nacido de nuevo. 
¿Sabían que para orar o conversar con Dios no necesitamos intermediarios?  Tales como ángeles, arcángeles, secretarios, asistentes, santos, o cualquier ídolo. La oración es una cita privada con nuestro Creador, y lo mejor de todo es que El mismo se encarga de dárnosla a cualquier hora que estemos dispuestos a hablar con El de todo corazón.
Como dice una canción, “Dulce oración a Dios que aliento y gozo al alma das en esta tierra de aflicción, consuelo siempre nos serás hasta el momento en que veremos a Cristo en su mansión.” Mientras estemos en la Tierra acudamos a Dios en oración y derramemos nuestro corazón a Él mientras vamos a su mansión.
No olvides que cuando oras, Dios te escucha.   Cuando tú escuchas, Dios te habla. Cuando Él te habla, tú crees. Y cuando tú crees Dios trabaja en tu vida. Vale la pena creer para obedecer.
Nuestra mayor necesidad no es obtener algo mejor de lo que tenemos, sino convertirnos en alguien mejor de lo que somos, así recuerda que la presencia de Dios es remedio para el alma. Búscalo con más frecuencia!
Con amor,
                                             María Fanny Agudelo
                                             7/4/2020

EL UNICO FUNDAMENTO DE NUESTRA VIDA



Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es JESUCRISTO (1Corintios 3:11)

Han pasado años de nuestra existencia en esta Tierra y todos hemos tenido diferentes experiencias, algunas veces agradables y otras veces desagradables. La experiencia más importante para mí fue cuando JESUCRISTO me intercepto en mi camino, me transformo, y me salvo.  A partir de ese momento yo decidí voluntariamente ponerlo como fundamento de mi vida.  Lo mejor de todo es que yo sé que muchos ya han tenido también este maravilloso encuentro con JESUS. Pero la vida cristiana no se detiene ahí, al contrario ese es apenas el comienzo. Desde esa experiencia, cada uno comenzamos a edificar con diferentes materiales tales como oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, etc. Pero la obra de cada uno se hará manifiesta porque el día la declarara, pues por el fuego será revelada. Y la obra de cada uno cual sea, el fuego la probara (1Corintios 3: 12-13). El fuego de la prueba siempre estará testeando lo que estemos edificando en nuestras vidas. Por ejemplo, la crisis pandémica que estamos viviendo en este tiempo es una prueba de fuego para todos en diferentes medidas y circunstancias. Con ella el Señor nos está probando la calidad de material que hemos estado usando.
Yo quiero contarles como el Señor ha estado probando a mí en este tiempo. El mes de Mayo fue un tiempo difícil para todos nosotros como familia. Voy a enumerar algunos hechos en forma general: 
1) En la primera semana de Mayo mi madre fue hospitalizada.
2) En la segunda semana mi hijo tuvo un accidente sobre su patineta (scooter).  
3) En la tercera semana mi esposo tuvo una infección intestinal que lo tiro a la cama por una semana y el no estuvo disponible para trabajar.
4) En la cuarta semana fue mi turno. Yo empecé a sentirme mal desde el fin de semana del Memorial Day. Toda la semana yo tuve fiebre, tos, dolor de cabeza, y debilidad. Yo esperaba estar bien en una semana y comenzar el mes de Junio recuperándome, pero no fue así. En Mayo 29 me tomaron el Covid test y en Junio 2 el doctor me estaba dando los resultados: Positivo y bronquitis en mis pulmones. Eso fue terrible!
Frente a todo este difícil panorama, yo recordé las lecciones que la pastora Lorri estuvo ensenándonos los meses de Marzo y Abril acerca de las pruebas en el libro de Santiago en la Biblia y las pruebas en la serie del libro Unscripted de Ernie Johnson Jr. Realmente estos estudios y las oraciones de la iglesia ayudaron a mí para no desmayar. “Si permaneciere la obra de alguno que sobreedifico, recibirá recompensa” (1Corintios 3: 14). Yo quería la recompensa y yo estoy segura que ustedes también cuando les toca pasar la prueba de fuego. Nadie quiere sufrir perdida ni que la obra sea quemada.
Pero Dios siempre es Dios de nuevas oportunidades. Si la obra de alguno fue hecha de madera, heno, u hojarasca, obviamente la prueba de fuego la consumirá por más hermosa y estable que haya lucido. Aquí es importante resaltar que vale la pena volver a sobreedificar porque el fundamento sigue siendo el mismo: JESUCRISTO, la principal piedra angular, la única Roca de cimiento estable. Esta es inamovible y no se consume. La pregunta ahora sería: ¿Que materiales se van a usar para sobreedificar esta vez? Cada etapa de la vida en que sobrevienen las pruebas, o es una oportunidad para ser confirmado por Dios y recibir recompensa o es una oportunidad para comenzar de nuevo en arrepentimiento, con nuevos materiales, con nueva perspectiva, y con nueva experiencia para glorificar a Dios! 
Blanca Gill (Editora de este Blog).