Mi esposo y yo fuimos criados en familias católicas en Colombia, y desde muy temprana edad nuestros padres nos enseñaron los principios morales fundamentales de la religión católica. Pero en abril del año 1989 fue cuando comprendimos el verdadero concepto de ser cristiano y desde entonces nuestra relación con Dios la hicimos más personal y fue en esa época cuando renacimos de nuevo como hijos de Dios en el cristianismo. Desde entonces comenzamos a escribir. José Joaquín ha escrito reflexiones acerca del amor de Dios y mensajes de esperanza para la humanidad, y yo sabios consejos para todas las familias de la tierra.

Thursday, November 7, 2019

HACIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS EN LA VIDA, EL HARA LA NUESTRA EN LA ETERNIDAD


Si, si nosotros hacemos la voluntad de Dios en esta corta vida, entonces El moverá la suya a favor nuestro en la eternidad. Si hasta ahora usted no ha considerado esta situación, hágalo ya que todavía puede ser tiempo.
Si alcanzamos a comprender donde estamos parados y todo lo que nos espera al llegar al otro lado, entonces nos apresuraríamos hacer la voluntad divina.
Tus planes divinos son bellos, Oh Dios, no le encontramos error; donde Tu nos quieras llevar será siempre lo mejor. Tú eres nuestro Dios bendito, no lo podemos negar porque eres nuestro dueño por toda la eternidad. Marchamos en la vida con anhelos infinitos porque vamos con el Señor a una patria mejor. Desde mi corazón entrego al Señor las más tiernas melodías de amor.
Pero, ¿qué es la eternidad? Permítanme darles una ilustración:
Si colocáramos un pajarito para tomarse un sorbito de agua de los océanos y mares cada cien mil millones de siglos, cuando estos se hayan secado, de la eternidad no se ha mermado ni siquiera un minuto.
Y ¿qué del Cielo y del infierno?
El Señor nuestro Dios quiso que nosotros fuésemos eternos. O somos bienaventurados en el Cielo donde esperamos
gozar del Señor por siempre, o seremos almas perdidas para siempre en el infierno. Pero no hay otro lugar diferente para pasar la eternidad. Usted escoge desde ya.
Pongámonos las pilas de la gloria de Dios. Vale la pena amigos y hermanitos porque nuestra salvación tiene mucho valor. Después de la muerte, nada, pero nada, nada podemos hacer; donde quedamos, quedamos por toda la eternidad.
Cordialmente,
                       José Joaquín Agudelo G.
                       Abril 10, 2009
NOTA DEL ESCRITOR: Amigos queridos, si se dignan leer este mensaje y les agrada, por favor compártalo con sus bellas amistades. Muchas gracias. 

MI DECIMO BISNIETO


Hola querida familia y amigos de este Blog. Este mes quiero compartirles mi grande alegría de la llegada de mi decimo bisnieto. Él está próximo aterrizar a este mundo y lo estamos esperando con celebración y fiesta. Es el primogénito de mi linda nieta Lina con su esposo Stephen y el primer nieto para mi amada hija Consuelo y su esposo Carlos. Así que estamos celebrando el milagro de la vida. Estos consejos fueron inicialmente para Stephen & Lina, pero ahora van para todas las parejas del mundo.
Les cuento que la esposa cuando está embarazada, ella no está esperando un bebé, ella tiene un bebé.  Ella no va a ser madre, ella es madre.  El bebé no está en camino, el bebé ya llegó.  Si quieres cambiar la forma en que la sociedad trata a los no nacidos debemos cambiar la forma en que hablamos de ellos.  Tengan en cuenta que no importa lo que enseñamos a nuestros hijos, ellos insisten en comportarse como sus padres, ya que enseñamos lo que sabemos y reproducimos lo que somos.  Si me lo dices se me olvida, si me lo enseñas lo recuerdo, si me involucras aprendo.   No se les olvide que un hijo no es un error, no es una carga, no es un problema, no es un inconveniente, no es una molestia, no es un accidente, no es un castigo.  Es una bendición de Dios!   Recuerden: Dios habla a los que tienen tiempo para escuchar y escucha a los que tienen tiempo para orar.  Que el Señor bendiga muchísimo el amor y el fruto de esta preciosa pareja!  Los amo a los tres.
Pienso sea oportuno agregar a este mensaje algunos consejos sanos para la crianza de nuestros hijos que fueron escritos por Edgar Guest en “El Buen Ejemplo”.  Él dice: Lo que transmitimos verbalmente a nuestros hijos puede ser con sabiduría, pero lo que realmente sirve es el ejemplo.  Debemos entender que lo que les enseñamos es con buena intención, pero se puede anular si ellos no ven a sus padres hacerlo.  ¿Hacia dónde estamos dirigiendo nuestro pequeño rebaño con nuestro ejemplo?  Debemos mantenernos pegados a la Vid verdadera o sea a Jesucristo ¿Cristo vive en usted?  ¿Es tan sólo un conocido o es parte de su vida?  No olviden que sin El no podemos hacer nada. 
Nuestro ejemplo debe ser un faro de luz guiando a nuestros hijos por el buen camino. Al igual que nuestra luz brilla para Cristo, que nuestros hijos vean nuestras buenas acciones y alaben al Señor con su vida.  Un joven dijo: Los consejos que me das son sabios, pero prefiero aprender mi lección observándote; yo puedo malinterpretar el consejo, pero como actúas y como vives no lo puedo malinterpretar, ya que puedo ver el movimiento de tus manos en la acción, pero las palabras pueden ir demasiado rápido. Muy pronto aprenderé si me involucras.  El buen consejo se confunde, pero el ejemplo siempre es evidente.  Prefiero que camines junto a mí y no que sólo me indiques el camino. Los ojos están más dispuestos que los oídos.  Prefiero ver acción que escuchar conferencias. Ver el bien en acción es lo que todos necesitamos.  Una madre o un padre deben disciplinar a sus hijos amorosamente.  Ellos examinan los asuntos del corazón y los entrenan para que sean obedientes y glorifiquen a Dios.  Ellos utilizan el castigo con sabiduría y discernimiento para que así la bendición y la plenitud sean grandes en el hogar.  Hasta aquí el señor Guest. 
Yo agrego: cuando corregimos adecuadamente a un hijo conseguimos mucho, pero si lo animamos y lo estimulamos conseguimos mucho más, ya que es mejor convencer y promover que obligar y violentar.  La oración y el amor lo pueden todo.  Los hijos obedecen más por amor que por temor.  Enfoquémonos en el corazón, no en su comportamiento porque si logramos que cambien el corazón, cambiaran su comportamiento. Con razón Dios dice, “Dame hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.” (Proverbios 23:26)
                                    Con amor,
                                                                        María Fanny Agudelo
                                                                        10-16-2019