Un
deleite poderoso ha llegado a mi corazón que cubre las almas con resplandores
de amor. Padre bendito del Cielo, en las mansiones celestiales queremos vivir y
a todo un Dios contemplar en una vida que no tiene igual. En este año queremos
algo muy especial, al divino Señor su belleza contemplar. Todo es fragancia
divina en el regazo del Señor.
Por favor hermanos no perdamos el tiempo,
deleitémonos en el Señor.
A
quien tenga posesión maligna, si quiere puede cambiarla por posesión divina si
con gran humildad se la pide al Señor. Uno
es lo que queramos ser, puedes convertirte en un demonio o en un ángel de
paz. Bendita libertad que el Señor nos dio, es por lo que nadie se puede
quejar. Por eso
El tiene un Cielo para premiar y también tiene un infierno para
castigar porque tenemos completa libertad. Oh bendita libertad! Váyanse ustedes
para donde quieran, pero lo que soy yo me voy con mi Salvador y todos los que
me quieran acompañar, bienvenidas sean almas del Señor. Por eso en el Cielo nos
gozaremos en los brazos de Papa Dios; y los del infierno, quémense idiotas para
ustedes ya no hay más. Amigos queridos que me quieran acompañar, ustedes me
hacen poner muy contento y disfrutar de gran felicidad. Por favor hermanos no
perdamos el tiempo, deleitémonos en el Señor.
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo
Enero 7, 2010
