Mi esposo y yo fuimos criados en familias católicas en Colombia, y desde muy temprana edad nuestros padres nos enseñaron los principios morales fundamentales de la religión católica. Pero en abril del año 1989 fue cuando comprendimos el verdadero concepto de ser cristiano y desde entonces nuestra relación con Dios la hicimos más personal y fue en esa época cuando renacimos de nuevo como hijos de Dios en el cristianismo. Desde entonces comenzamos a escribir. José Joaquín ha escrito reflexiones acerca del amor de Dios y mensajes de esperanza para la humanidad, y yo sabios consejos para todas las familias de la tierra.

Wednesday, September 20, 2017

ENFADO O ENOJO



Familia y Amigos, hoy quiero hablarles de algo muy común sucediéndonos a todos: El enojo. El enojo o ira, como quieras llamarlo, nos hace mucho daño. Es un estado emocional que puede tener consecuencias muy devastadoras para uno mismo y para los demás; por eso es muy importante aprender a controlarlo de manera adecuada. Es normal asociar la ira con algo externo, pero el primer paso es aceptar la emoción y hacerse responsable de ella sin culpar a nadie. Recuerde, no somos culpables de lo que hacen los demás, pero si de cómo reaccionamos nosotros mismos. No te sientas culpable por sentir enojo pues es un estado emocional aportando información, pero este no debe permanecer largo tiempo. “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.” (Efesios 4:26). Así que analiza, ¿de dónde viene? ¿Por qué me siento así? Permítete aprender cosas de ti mismo y contrólate y avanza. Aprende a expresar tus enfados de forma productiva. No los dejes dentro de ti ya que afectarán tus pensamientos y emociones  favoreciendo la aparición de más enfados y rabias, pero tampoco les des rienda suelta disparando veneno por todas partes. Más bien trata de desarrollar estilos de comunicación asertivos que te permitan expresar tus opiniones y defenderte respetando siempre a los demás. Debemos tener en cuenta que cuando aparecen esos estados de alteración o iras desmedidas sacándonos de nuestras casillas, es porque se ha puesto en marcha nuestro mecanismo de defensa siempre activándose ante diferentes circunstancias. Cuando no
podemos controlar la situación nos sentimos impotentes, nos irritamos y podemos llegar al estallido. Cuando las cosas no son como nos gustaría, cuando no aceptamos que las cosas son como son, entonces nos sentimos decepcionados y eso es precisamente lo que conecta directamente con el enfado o la ira haciendo que arremetamos contra la situación y lo más delicado contra las personas. Por tanto, debemos expresar lo que sentimos y lo que pensamos, pero con asertividad sin ofender al que tenemos al frente. Debemos aceptar que no tenemos el control de todo, solo podemos controlarnos a nosotros mismos reaccionando diferente en diferentes situaciones y que no podemos cambiar a los demás.
También debemos ser empáticos, es decir, aprender a ponerte en el lugar del otro para poder entender que es lo que le llevó a comportarse de esa manera. Siendo comprensivos nos ayuda a ser más tolerantes. No olvides que solo debemos construir muros de amor en lugar de muros de separación y hacer lo mejor para los demás sin esperar nada de ellos y de esta manera las cosas fluirán tranquilas como las aguas. También debemos procurar volver a la sencillez de la vida, a lo ligero y espontaneo, pues allí está la base de la armonía y el encuentro con nuestro Padre Dios. Recuerda, el mundo no cambia con nuestras opiniones, pero si debemos poner nuestro granito de oro controlando nuestro carácter,
pidiéndole sabiduría al Espíritu Santo para poder transformar al mundo que nos rodea siendo luz y sal.
¿Como estas manejando tus emociones, tu carácter, tus pensamientos, tus sentimientos y tu voluntad? Recuerda que todo esto yace en tu alma. Y si tú le entregas tu alma a JESUCRISTO, El va a tomar control de tu vida. Vale la pena!  

                       Con Amor,
                       Maria Fanny Agudelo
                       09.03.2017

MIRA TERCO, TERQUITO, TERCAZO



Mira terco, terquito, tercazo que te puedes condenar si no buscas al Señor y no dejas de pecar. Al Cielo no entra nada manchado, tenemos que lavarnos con la sangre del Cordero inmaculado. Con razón dice la Biblia que los cobardes e incrédulos y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idolatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre que es la muerte segunda (Apocalipsis 21:8). Pero lo lindo es que tenemos un Salvador, el Señor no nos dejo huérfanos. Nuestro Señor JESUCRISTO pago toda la deuda contraída por nuestros pecados para todos los que queramos seguirlo. Condición indispensable, entregarle al Señor todo nuestro corazón. El valor de tu alma no tiene compradero.
Oh Padre, dadme la gracia de encaminar almas a tu regazo bendito de amor. Papacito Dios, no te detengas Papa, no te detengas porque para algo nos tienes acá. Papacito Dios, no te rebajo media; tú me creaste ambicioso hasta más no poder. No sé qué vas a hacer conmigo, pero te pido toda la gracia, la gracia sin fin y sabiduría y unción para compartir de Ti. Tus criaturas te queremos decir bonito, coloca esas palabras bonitas para devolverlas a Ti. Regálanos esa gracia de compartir con nuestros hermanos la valiosa amistad del Señor. Cúbrenos con tu amistad divina que tanto la necesitamos nuestro divino Señor.
El fuego del infierno es eterno y atroz a donde nos quiere llevar Satanás para que perdamos la gloria eterna como la perdió el. Pero nosotros no te seguimos demonio engañador; que te sigan otros, pero nosotros no. Nuestro defensor se llama JESUCRISTO que por alto precio nos compro. Llévanos para el Cielo nuestro divino Señor porque ningún otro camino queremos seguir. Te amamos Señor!
Cordialmente,

                        José Joaquín Agudelo G.
                        Septiembre 25, 2009

NOTA DEL ESCRITOR: ¡Como me gustaría que lo compartieras con otros! Gracias de antemano.