Invoquemos
el santo nombre de Dios; con mucha alegría y mucho amor nosotros hoy lo
pronunciamos para introducir este mensaje.
Somos
como la santa voluntad de Dios quiso que fuéramos; si intentáramos
quebrantarla, quedaríamos en la olla. Pero, ¿a quien se le ocurriría hacer tal
atrocidad? Quedaríamos como los ángeles en el Cielo que con Luzbel se fueron al
infierno donde están por toda la eternidad.
Espíritu
Santo ilumina mi corazón para escribir lo que le agrada al Señor. Estos días
que van del año con todos los que faltan, hagamos un ramillete para entregarle
al Señor en una ferviente oración. Del pecado ni hablar; vayámonos con el Señor
llevando una vida espiritual al igual que los ángeles en el Cielo le cantan a
Dios con los querubines, serafines, y toda la corte celestial. Que voy hacer
Señor, tu amor me enloqueció acá en la Tierra; como será cuando lleguemos allá.
Gracias Papa, todos tenemos los mismos derechos de echarle mano a esa gran felicidad. No te dejes engañar por el Enemigo que te quiere embaucar porque él no tiene otro oficio que engañar a las almas para que se vayan con él. No me canso de aconsejar para que nos vayamos para el Cielo que es mucho mejor. Gracias hermano querido, quiero que seas muy especial para que nos vayamos todos juntitos a la patria celestial. Son momentos de alegría que no podemos despreciar por ese premio que Tú nos vas a dar. No me cansare de alabar a Dios porque vamos con ese grupo de almas que el Señor lleva en su corazón. ¿Y quién no querrá a este Papacito lindo que nos tiene un Cielo preparado para llevarnos allá? Señor, sabemos bien que Tu no aceptas nada de pecado en Tu Cielo; pero te damos gracias que Tu mandaste a tu Hijo, Tu único Hijo, para morir en la cruz por nuestros pecados. Gracias porque Tu nos limpias con su sangre cuando nos arrepentimos y dejamos nuestros pecados por seguirte a Ti.
Gracias Papa, todos tenemos los mismos derechos de echarle mano a esa gran felicidad. No te dejes engañar por el Enemigo que te quiere embaucar porque él no tiene otro oficio que engañar a las almas para que se vayan con él. No me canso de aconsejar para que nos vayamos para el Cielo que es mucho mejor. Gracias hermano querido, quiero que seas muy especial para que nos vayamos todos juntitos a la patria celestial. Son momentos de alegría que no podemos despreciar por ese premio que Tú nos vas a dar. No me cansare de alabar a Dios porque vamos con ese grupo de almas que el Señor lleva en su corazón. ¿Y quién no querrá a este Papacito lindo que nos tiene un Cielo preparado para llevarnos allá? Señor, sabemos bien que Tu no aceptas nada de pecado en Tu Cielo; pero te damos gracias que Tu mandaste a tu Hijo, Tu único Hijo, para morir en la cruz por nuestros pecados. Gracias porque Tu nos limpias con su sangre cuando nos arrepentimos y dejamos nuestros pecados por seguirte a Ti.
Querido
Amigo, yo te invito hoy a hacer esta oración desde el corazón para que te vayas
al Cielo conmigo; Ora por favor:
“Papacito
Dios, yo estoy cansadísimo de mis pecados; ya nos los quiero – te quiero es a Ti.
Por favor límpiame con la sangre preciosa de Tu Hijo de todos mis pecados para
que pueda estar eternamente contigo en el Cielo. En el nombre de Jesús,
amen.”
José Joaquín Agudelo G.
Marzo 3, 2010
NOTA
DEL ESCRITOR: Si este mensaje no te desagrada, comenta esto con todos tus
amigos. Gracias de antemano.