Enséñanos de
tal modo a contar nuestros días, que traigamos al
corazón
sabiduría. -Salmo 90:12
Hola
familia y amigos. Hoy quiero compartir con ustedes la alegría de mis 83 años y
darles un mensaje acerca de cómo tratar a los ancianos.
¿Sabían
que llegar a edad avanzada es una bendición de Dios? Mi esposo tuvo este
privilegio porque él amaba a Dios y seguía sus pisadas. No olviden, la vida
pasa muy rápido y envejeciendo es la única manera de vivir largo tiempo.
Envejecer es pasar de la pasión a la compasión. Muchos no llegan a los ochenta
porque pierden tiempo quedándose anclados en los cuarenta. Todos queremos vivir
mucho tiempo pero ninguno quiere ser viejo. Aunque no entiendas esto de los
años, no te preocupes, pero si vívelos bien y con mucha sabiduría.
Ahora quiero
compartirles consejos bonitos y razonables escritos por el Mejicano Ernesto
Cortázar y sacados de su libro, Como Amar
al Anciano:
Déjalo hablar porque hay en su pasado
un tesoro lleno de verdad, belleza y bien. Déjalo vencer en las discusiones
porque él tiene necesidad de sentirse seguro de sí mismo. Déjalo visitar sus
viejos amigos porque entre ellos se siente revivir. Déjalo contar sus historias
repetidas porque se siente feliz cuando lo escuchamos. Déjalo gritar cuando se
ha equivocado porque los ancianos, como los niños, tienen derecho a la comprensión.
Déjalo tomar un puesto en el carro familiar cuando van de vacaciones porque el
próximo año tendrás remordimiento de consciencia si ya no está.
Déjalo
envejecer con el mismo amor paciente con que dejas crecer a tus hijos ya que
todo es parte de la naturaleza.
Déjalo morir en los brazos llenos de amor de su
familia porque el amor de los suyos le hace presentir mejor el torrente del
amor de su Padre Celestial.
Recuerda
también amado lector que noble causa es para el anciano no cansarse de aprender,
pues la vejez es lo más inesperado de todo lo que le sucede a los humanos. Así
que no te sientas inútil en tu senectud si te encuentras en ella ahora. Muchos
necesitamos de tu amor, alegría y sonrisa. No importa cuántos años tengas, con
tal de haber aprendido a amar lo
necesario y a tomar de la vida solo lo bueno
y a no vivir del pasado. Solo aprender para no repetir errores.
Ahora
oremos para que el Señor JESUCRISTO siempre ocupe el primer lugar en nuestros
corazones y en nuestras familias, nos llene dé mucho amor hacia el anciano y El
sea nuestro primer enfoque para así podernos ubicar en las cosas del Cielo y no
en las de la tierra pues son efímeras.
Con
amor,
María Fanny Agudelo
10/20/2016