Amada
familia y queridos amigos del Blog, cuando encuentro en mi correo o en mi
archivo algo que nos edifique, inmediatamente pienso en ustedes porque me
encanta compartirles cosas bonitas y que sean para la gloria de Dios. Así que
hoy yo quiero ofrecer estos sanos consejos de un padre rico a su hijo
cuando salió para la universidad. Jackson Brown le
escribió a su hijo cuando este se fue lejos de su casa a la universidad. Su
hijo decidió fotocopiar su carta y la distribuyo entre sus compañeros. El
mensaje tuvo tanto éxito que una editorial le pidió autorización a Brown para
editar un libro: Life's Little Instruction Book. Esta publicación rápidamente
se convirtió en un best seller traducido a varios idiomas.
Brown
le escribió a su hijo así:
Cásate
con la mujer correcta, de esta decisión dependerá el noventa por ciento de tu
felicidad o tu miseria.
Haz siempre lo correcto, no importa lo que los otros
piensen. Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades. Elige un socio
de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis, buscando que sea
fuerte donde tú eres débil y viceversa. Evita las personas negativas pues ellas
siempre tienen un problema para cada solución. Desconfía de los fanfarrones
pues nadie hace alarde de lo que le sobra. Acude a tus compromisos a tiempo; la
puntualidad es el respecto por el tiempo ajeno. Confía en la gente, pero cierra
tu coche con llave. No olvides que no hay nada más difícil que responder las
preguntas de los necios. Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no
desde las tuyas. Muestra respeto por las personas que hacen el trabajo más
pesado. No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta. No deseches
una buena idea solo porque no te gusta de quien viene. No pierdas el sentido
del humor y aprende a reírte de tus propios defectos. No esperes que otro sepa
lo que tú sientes o quieres sino lo dices. No hagas comentarios sobre el peso
de ninguna persona y tampoco le digas que está perdiendo el pelo pues él ya lo
sabe. Recuerda siempre los cumpleaños de los que amas. No manejes coches que
sean muy costosos, pero eso si date el gusto de tener una buena casa.
Estrecha
la mano con firmeza y mira la gente de frente a los ojos. Dale la mano a tus
hijos cada vez que tengas oportunidad pues llegará el momento en que no te
dejaran hacerlo. Nunca amenaces a tus hijos sino estas dispuesto a cumplir.
Aunque tengas posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.
Trata a tus empleados con el mismo respeto que tratas a los clientes. Haz dos
copias de las fotos que tomes y envía una a cada persona que aparece en ellas.
Nunca compres un colchón barato ya que nos pasamos la tercera parte de nuestra
vida encima de él. No confundas confort con felicidad. No compres nada eléctrico
en una feria artesanal. Escucha el doble de lo que hablas; por eso tenemos dos
oídos y una boca. Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a
profesionales no a tu amigo. Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y
quiénes son tus enemigos. No olvides, la envidia es el homenaje que la
mediocridad le rinde al talento. Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas
metas imposibles. No confunda riquezas con éxito. Recuerda que el gran amor y
gran desafío incluyen también el gran riesgo. La gente feliz no necesariamente
lo tiene todo. No olvides que la felicidad no es una meta sino un camino largo
para recorrer; disfrútalo mientras lo recorres
No olvides que no existe una
segunda oportunidad para causar una buena impresión.
Se logra más de las personas
por medio del estimulo que del reproche. Dile al débil que es fuerte y lo veras
hacer fuerza. Por último, aprende a compartir con los demás y descubre la
alegría de ser útil a tu prójimo ya que el que no vive para servir no sirve
para vivir. Hasta aquí el señor Brown.
Yo quiero agregar un consejo más: La mejor parte de tu vida es
cuando ORAS porque hablas con quien
más te ama, JESUS CHRIST. Aprovecha este momento
para ORAR y
repetir conmigo esta oración de fe:
Padre Celestial, yo creo en el sacrificio perfecto que
hiciste en la cruz a favor de la humanidad. Yo sé que soy pecador(a); perdóname
todos mis pecados. Lávame con tu sangre preciosa. Hazme una nueva criatura.
Yo te acepto en mi corazón como mi Señor y Salvador personal
porque sé que moriste en la cruz por mí para liberarme de la esclavitud del
pecado. Y yo también se que resucitaste de entre los muertos y que ahora estás
en el Cielo. Por favor escribe mi nombre en el libro de la
vida para que pueda estar en el Cielo contigo por siempre. Y pido todo esto en
tu santísimo nombre, oh Señor Jesucristo, Amén."
Creo
que este señor Brown aunque no menciona a su Creador en ninguno de sus
consejos, si conoce a Dios porque una persona que no cree en JESUCRISTO ni conoce su Palabra es imposible que pueda
dar tan sabios consejos. Por los frutos se conoce el árbol. ¡Que Dios nos ayude
a practicar estas importantes orientaciones para la vida!
Con
amor,
María Fanny Agudelo
11/10/15