Hola
familia y amigos. Recuerden que siempre nos han enseñado que no se cae una hoja
de un árbol sin la voluntad del Señor, o sea, Él está en control de todo aunque
no lo creamos. Hoy les voy a narrar una curiosa y hermosa historia. Se trata de
dos de mis trece nietos, Paul y Wesley, los protagonistas. Ellos nacieron con
dos semanas de diferencia en USA. Paul, junio 29 de 1995, y Wesley, Julio 18
del mismo año. Yo soy la abuela materna y soy testigo de esta historia. Estos
niños son primos hermanos, hijos de dos hermanas que tuvieron el
privilegio de casarse el mismo día, a la misma hora, en el mismo lugar,
Medellín en Colombia, el 27 de junio de 1986, a las 6 pm. Pienso que
estos casos son un poco raros pues no conozco otro. Dios puso en la mente de
las dos parejas hacerlo así cuando estaban terminando universidad para ayudarse
unos a otros. En ese momento una de las parejas ya tenía apartamento donde
fueron a vivir mis dos hijas por algún tiempo, pero muy pronto una de ellas
quedó embarazada y a la otra le dio varicela causando la separación rápida
aunque siguieron ayudándose y amándose como Dios lo manda. Después de
transcurrir 5 años de lucha en esta linda ciudad, decidieron viajar para USA
cuando una pareja ya tenía dos hermosas niñas y la otra no tenía hijos. Eduardo
& Gloria, sin hijos, fueron los primeros en viajar al norte en diciembre de
1991 y luego Carlos & Consuelo en
diciembre de 1992. Si vamos a los protagonistas, Paul y Wesley siempre han
vivido cerca el uno del otro, se criaron juntos como hermanos, se aman y toda
la familia los amamos, y en sus primeros
años de vida siempre jugaron juntos. Luego las mamás acordaron en llevarlos a
un pre-escolar de la iglesia Presbiteriana para empezar sus estudios. Allí
hicieron pre-kínder y kínder. Se amañaron tanto que cuando salieron dijeron,” aquí
vamos a traer a nuestros hijos.” Esto nos causó risa y asombro al escuchar y
observar que estos niños tan pequeños pensaran en el futuro. La educación
primaria les tocó en diferentes escuelas, a Paul en Palm Beach Gardens
Elementary y a Wesley en North Palm Beach Elementary, siempre cerca el uno del
otro. Estos niños han sido gemelos hermosos e inteligentes. Sus padres se han
preocupado por enseñarle el amor y el temor a Dios; por eso ellos son muy obedientes
primero a Dios y luego a sus padres. Después pasaron a middle school; a Wesley
le toco en Jupiter Middle School y a Paul en Ducan Middle School. Y siguieron
inseparables pues hicieron juntos high school en Júpiter en los años 2009-2013.
De ahí en adelante Dios continuaba permitiendo que siguieran juntos. Sus padres
no querían separarlos; fue así que lucharon para que hicieran sus estudios
superiores en Florida State University (FSU) resultando tan bendecidos que
compartieron recamara. Así continuaron junticos cuatro años 2013-2017 pues se
graduarán en Mayo 6 de este año; Paul en ingeniería de sistemas con tanto éxito
que sin terminar su último semestre ya lo comprometió una empresa muy
importante llamada Lockheed Martin en Orlando. Wesley, muy bendecido de Dios,
termina bioquímica y este mismo año empieza medicina en la universidad de
Pittsburg Pensilvania con mucho entusiasmo por tener buenas raíces familiares
en esta área.
¿Saben
que me motivó a contarles esta linda historia? Me he puesto a pensar que cuando
se gradúen este par de gemelos se separarán posiblemente para siempre. Gemelos
por todo lo que Dios ha permitido que suceda, se separarán no por unos días,
como lo hacían en vacaciones, sino posiblemente para siempre. Toman rumbos muy
diferentes y por tanto no será posible compartir más juntos como hasta ahora lo
han hecho. Sólo me resta por ser su abuelita, como ellos me dicen
cariñosamente, darles algunos consejos y felicitarlos de todo corazón. No se
desanimen con nada ya que los pequeños pasos se suman con rapidez. El futuro
está en sus manos, constrúyanlo amando a Dios y poniendo mucho amor a lo que
hacen. No olviden, “quien pone todo en las manos de Dios, vera la mano de Dios
en todo. Recuerden, esta abuelita mientras viva orará a Dios para que los guie
y seguirá amándolos.
Dios
es el autor de las familias; por esto valora tu familia y amala.
¡Dios
bendiga tu vida y tu familia!
Con
amor,
María Fanny Agudelo
4/11/2017