Con mi corazón te alabo Papa y en el nombre de JESUCRISTO tu Hijo bendito y en ese precioso nombre recibo esto como una tremenda bendición para mi alma. Gracias, muchas gracias Papa. Yo quiero hoy humillarme ante mi Señor y pedir perdón y entregarle todo mi corazón a Él. Gracias Padre por los días de vida que me estas regalando, son un verdadero tesoro para mi alma. Todo día que pasa es un bello regalo de tu infinita misericordia para tus criaturas.
Sonriamos de contentos por la alegría que nos produce tu bella amistad divina; sin ella la orfandad seria tremenda y que fuera sin la alegría que nos produce el Espíritu Santo de Dios. Nos sentiríamos muy mal. No me puedo callar Papa, no me puedo callar. Me enloquecería. Por eso me postro con humildad ante tu bendita presencia para pedirte bendiciones. Mientras nos tengas disfrutando de la vida, no descansaremos de alabar tu santo nombre como lo vamos hacer en el Cielo, en las mansiones celestiales con los ángeles, querubines, serafines, y todos los bienaventurados. Amen, aleluya, amen.
Nosotros
somos ricos porque tenemos al Señor en nuestro corazón, pero no podemos olvidar
a nuestros hermanos del mundo que no son poquitos, hay muchos que necesitan y
no solamente dinero, sino muchas cosas más. Los que tienen no olviden esto: Hay
que dar de comer al hambriento; esto es muy agradable a nuestro Dios. Venid
benditos de mi Padre porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me
diste de beber, etc. En los campos benditos de Dios, tú mismo es quien sabes si
vas bien o vas mal; tú y nadie más que tu, tú mismo es quien sabes si vas para el Cielo o vas por caminos
equivocados.
No nos consolemos diciéndonos a nosotros mismos mentiras, que esto es mientras tanto porque yo después me corrijo. Esta es una de las maneras de Satanás para engañar a las almas y todos sabemos el pago que el da.
No nos consolemos diciéndonos a nosotros mismos mentiras, que esto es mientras tanto porque yo después me corrijo. Esta es una de las maneras de Satanás para engañar a las almas y todos sabemos el pago que el da.
¡Cómo
es eso que todo el que invoque el nombre del Señor se salvara! (Hechos 2:21). Y
habrá algún terco que no lo invoque? No lo puedo creer, pero los hay. Ser
amigos de Dios es lo mejor, no hay otra riqueza igual. Y El es amigo de todos
los que queremos invocarle.
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo G.
Octubre 25, 2009
NOTA
DEL ESCRITOR: Como les agradecería que si les gusta este mensaje, lo
retransmitieran a sus bellas amistades. Muchas gracias de antemano por hacerlo.