Nunca sabrás que Dios es todo lo que necesitas
hasta que Él sea todo lo que tienes. Es curioso ver la gente tirando a Dios a
la basura y luego se preguntan ¿por qué el mundo está en proceso de
destrucción? ¡Qué paradoja! ¿Sabes que la salvación es infinitamente costosa,
pero absolutamente gratis? En la Biblia, Hageo 1:5-6, dice: “pues así ha dicho el
Señor de los Ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho y
recogéis poco. Coméis y no os saciáis. Bebéis y no quedáis satisfechos. Os
vestís y no os calentáis. Y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco
roto” ¿Por qué? Porque no estamos viviendo la vida conforme al diseño divino ni
ejerciendo buena mayordomía sobre esta primera creación. Por eso es que la vida
se convierte en una paradoja continua.
Algunas
paradojas más comunes que nos azotan son:
Hoy
tenemos casas más grandes y familias más pequeñas. Más comodidades, pero menos
tiempo. Más licenciaturas, pero menos sentido común. Más conocimientos, pero
menos juicio. Tenemos más expertos, pero más problemas. Más drogas, pero menos
salud. Gastamos sin medida, pero no estamos tan felices. Conducimos demasiado
rápido, pero llegamos tarde. Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero
reducido nuestros valores. Hemos aprendido a buscar la vida, pero no a vivir.
Hemos añadido años a la vida y no vida a los años. Tenemos más edificios altos,
pero temperamentos más cortos. Autopistas más anchas, pero vidas más
estrechas.
Gastamos más, pero tenemos menos. Compramos más y lo disfrutamos menos. Hemos
ido a la luna y regresado, pero nos cuesta cruzar la calle para saludar a
nuestros vecinos. Hemos conquistado el espacio exterior, pero no el interior.
Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Tenemos mayores ingresos,
pero no más moral. Construimos más y más ordenadores para guardar más y más
información, pero nosotros ejercitamos menos la memoria. Tenemos modernos
celulares, pero tenemos menos comunicación. Estamos largos en cantidad, pero
cortos en calidad. Más entretenimiento, pero menos diversión. Más tipos de
alimentos, pero menos nutrición. Dos ingresos, pero más divorcios. Casas
estupendas, pero hogares rotos.
La
vida es una cadena de momentos de felicidad y no todo
es supervivencia. Ponte
tus galas. No guardes tu mejor perfume, tu mejor vajilla, tu mejor vestido, y
tus mejores cosas. No permitas que tu
vida sea una continua paradoja. Yo opino que algunos caen en tantas paradojas
de la vida porque no le huyen a los enemigos del Amor: el orgullo, la envidia,
la rutina, el odio, la indiferencia, el individualismo, los celos, la
inseguridad, el egoísmo, y sobre todo, la falta de DIOS.
Yo
te reto a que recibas a JESUCRISTO en tu corazón y veras como se van
desvaneciendo todas esas paradojas de tu vida.
Con
amor,
María Fanny Agudelo
10/19/2017
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