Voy
a seguir creyendo aunque todos pierdan la esperanza. Voy a seguir dando
amor aunque otros siembren odio. Voy a seguir construyendo aunque otros
destruyan. Voy a seguir iluminando en medio de tantas tinieblas y oscuridad. Y
seguiré sembrando aunque otros pisen la cosecha. Dibujaré sonrisas en rostros
con lágrimas y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristeza.
Invitaré a caminar al que haya decidido quedarse y levantaré los brazos caídos.
Pero si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o callo, por favor, acércate,
dame un abrazo y regálame una sonrisa porque lo más seguro es que la vida me
abofeteó por un instante y que solo una mirada de Dios hará que yo vuelva mi
mirada hacia El. Entonces, será como dice la canción del compositor
Abraham
Fernández: “Sembraré la simiente preciosa
del glorioso evangelio de amor, sembraré mientras viva y dejaré el resultado al
Señor. Sembraré mientras viva simiente de amor, sembraré en corazones sensibles
la doctrina del Dios de perdón, sembraré, sembraré mientras viva y dejaré el
resultado al Señor. Sembraré en corazones de mármol la bendita palabra de Dios.
Sembraré, sembraré mientras viva y dejaré el resultado al Señor.”
Recuerda,
el abrazo más difícil no es el primero sino el último. Así que, disfruta del
hoy repartiendo amor por todas partes ya que es más tarde de lo que piensas.
Los imposibles de hoy, serán posibles mañana. Esperar siempre duele. Los
problemas de esta vida siempre tienen solución. La vida es corta, por eso
ámala. Trabaja eficientemente y en horario regular. Descansa adecuadamente,
pero sobretodo crece interior y espiritualmente pues es lo más trascendental
por ser eterno.
No olvides que la sonrisa es la forma más sencilla de gratitud
y el idioma de la gente inteligente. No pierdas las bendiciones de Dios solo
porque no vienen envueltas del modo que tú esperas. Debemos dar gracias a Dios
siempre, aun en medio de los problemas. Gracias Señor por este día hermoso y la
luz que nos alumbra porque puedo orar y confiar en ti cuando no encuentro
soluciones; gracias porque eres mi mayor alegría aunque no te veo con mis ojos
corporales; confío en que estas a mi lado y me guías a toda verdad. Así que,
queremos cantar las grandezas de tu amor. Te amo Jesús.
Vamos,
agradece tú también las bendiciones que estas disfrutando y continúa sembrando
amor.
Con
amor,
María Fanny Agudelo
8/20/2018
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