Faltan pocos días para terminarse el año
2018, pero hoy no quiero hacer un balance de lo que ocurrió ni tampoco lamentar
lo que debiéramos haber hecho y no lo hicimos; lo que sí quiero es darles
algunos sanos consejos para el año que está por llegar: Mi deseo es que todos
puedan aceptar que hay realidades que son inamovibles, pero también hay otras
que si tomas acción en lugar de quejarte podrían cambiar. Así que anímate a
amarte tal como eres teniendo suficiente amor y valentía para pelear las batallas
que se te presenten y también suficiente humildad para reconocer que
podrían haber otras difíciles de ganar. No te permitas el “no puedo” y más bien
reconoce el “no quiero.” Deseo que te coloques al frente de lo que temes y
expúlsalo de tu vida, en el nombre de Jesús, pues es la única manera de vencer
el miedo (1Juan 4:18).
Aprende a tolerar los defectos del otro porque también
tienes los tuyos y eso anula la posibilidad de reclamo.
Tengamos en cuenta que
la paz verdadera solo la encontramos buscando a Jesucristo. También es el
momento de cambiar nuestra agenda por una donde todo sea nuevo. Es momento de amarnos más, de vivir con
alegría a pesar de nuestras cicatrices; es el momento de cambiar para bien de
nosotros mismos, es decir, ser nuevas criaturas, emprender nuevos rumbos, mover
barreras; es momento de abrir los ojos, de exhalar el pasado, de respirar el
presente e inhalar el futuro. Hoy es el momento de expulsar los ayeres para
poder comenzar un mejor mañana. Mi mayor deseo es que el amor de Dios camine
delante de nosotros, desbloqueando y abriendo caminos de prosperidad, abriendo
puertas ministeriales y nuevas oportunidades para todos. Sean muy bendecidos no
solo este año 2019, sino siempre, siempre, siempre.
No te censures por
equivocarte pues no somos perfectos, pero si debes crecer en todos los aspectos
buenos hasta donde puedas. No deseo que tengan una felicidad pasajera, más bien
les deseo que logren tener contentamiento permanente a pesar de sea cual sea la
realidad que les toque vivir sabiendo que el gozo y la alegría no están solamente
en llegar a la meta, sino también en el camino hacia ella. Para lograr estar
victoriosos hay algunas actitudes que nos pueden ayudar: 1) Ser positivo, ya
que en el diario vivir podemos ver cosas buenas o malas, pero si miramos las
buenas tendremos muchas ventajas pues el negativo todo lo ve sin futuro. 2)
Tener metas claras a corto y largo plazo, de lo contrario somos un barco sin
rumbo. 3) La última y más importante es orar a Dios para que nos regale salud,
fuerzas, y sabiduría para poder lograr todos los propósitos del Señor en
nosotros. Mi deseo más grande es que Dios nos bendiga por medio de los
dirigentes de cada país, que ellos se pongan la mano en su corazón y así
brindar oportunidades a todos, pues la gente necesita mucho apoyo para
poder desarrollarse en la sociedad. No olvides que hoy es el momento de dejar
lo malo atrás, es el momento de desintoxicar el corazón, de sanar nuestra alma
y de buscar solo lo bueno, lo que nos traiga paz y amor.
Ahora oremos. Señor, cambia todos los
corazones que están en tinieblas, déjalos ver tu luz, haz que el amor, la paz y
la fe estén siempre en nuestros corazones para así poder colaborar contigo en
la salvación del mundo.
Con amor,
María Fanny Agudelo
12/16/2018
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