Papa Dios durante la vida te entregamos todo, no
dejamos nada; llévanos completos porque somos propiedad tuya O Señor! Pero
después de la muerte, no te pasamos nada Papa Dios; queremos vivir dentro de tu
corazón divino por toda la eternidad. Invocar al Espíritu Santo nos produce
unos deseos de Dios grandísimos que no los recibimos de ninguna otra manera. Alegría,
gozo, y paz te pedimos Papa Dios. Los cristianos no adoran imágenes, son
astucias de Satanás para crear rivalidad. La dicha más grande es hacer la
voluntad de Dios durante la vida y así El hará la nuestra en la eternidad. Refleja
en mis pensamientos y en mi vida la gloria del Señor.
Padre Dios, mientras me tengas con vida no quiero descansar de hablar de las bellezas del Cielo donde nos vas a llevar. Eso de calles de oro y mar de cristal son una manera de hablar; mejor como dijo san Pablo, que ojo no vio ni oído oyó ni corazón sintió lo que Dios tiene preparado para los que le aman (1Corintios 2:9). Así funciona la vida en los brazos del Señor, camino del Cielo no lo podemos dudar porque el Cielo es para todos los que se quieran inclinar con humildad y gran reverencia ante el Señor. La respuesta es, “Venid benditos de mi Padre al lugar que os tengo preparado para toda la eternidad.”(Mateo 25:34) A Papa Dios le agrada que le entreguemos a El todos los cuidados de nuestra vida. Es inconcebible que haya tercos que la desprecien. —Amistad divina, ¿quién la podrá arrebatar?
Si el Señor nos hizo libres para pensar, será irme por otro camino, no faltaría más; nos vamos con el Señor, que todo es dulzura y paz. Un alma en pecado mortal nunca puede tener buen genio porque todo le sale mal.
Padre Dios, mientras me tengas con vida no quiero descansar de hablar de las bellezas del Cielo donde nos vas a llevar. Eso de calles de oro y mar de cristal son una manera de hablar; mejor como dijo san Pablo, que ojo no vio ni oído oyó ni corazón sintió lo que Dios tiene preparado para los que le aman (1Corintios 2:9). Así funciona la vida en los brazos del Señor, camino del Cielo no lo podemos dudar porque el Cielo es para todos los que se quieran inclinar con humildad y gran reverencia ante el Señor. La respuesta es, “Venid benditos de mi Padre al lugar que os tengo preparado para toda la eternidad.”(Mateo 25:34) A Papa Dios le agrada que le entreguemos a El todos los cuidados de nuestra vida. Es inconcebible que haya tercos que la desprecien. —Amistad divina, ¿quién la podrá arrebatar?
Si el Señor nos hizo libres para pensar, será irme por otro camino, no faltaría más; nos vamos con el Señor, que todo es dulzura y paz. Un alma en pecado mortal nunca puede tener buen genio porque todo le sale mal.
Antes de terminar entrego mi corazón en el nombre del
Señor. A todos los que lean este mensaje les deseo mucha felicidad.
Cordialmente,
José
Joaquín Agudelo G.
Abril
30, 2009