Somos libres
para hacer todo lo que queramos. Esa fue la voluntad de Dios, hacernos libres
como el viento. Preciosa libertad que nos diste Papa; podemos hacer todo lo
bueno, pero también todo lo malo. Nosotros podemos escoger el camino que
queramos. La libertad nos puede llevar al Cielo de esplendor o al infierno de
terror. Y solamente durante la vida podemos escoger el camino que más nos
agrade. Yo me voy con Papa Dios y nadie me puede quitar ese derecho sagrado que
nos regaló el Señor. Nuestra patria es el Cielo y no lo podemos dudar porque es
un derecho que nos diste desde toda la eternidad. Gracias Papa.
¡Que es eso tan
lindo que mientras vivamos podemos disparar el termómetro de la salvación hasta
donde queramos! Que facultad tan bella nos regalaste y queremos aprovecharla al
máximo. Nada, pero nada nos detendrá porque vamos guiados por el Espíritu Santo
y la fuerza de Dios. Si probáramos el manjar de lo divino, nos extasiaríamos
con la gloria del Señor y nada nos detendría para alabar a nuestro Dios. Así
queremos ser Papa Dios, pero nos tienes que ayudar a conservar el fuego del Espíritu
Santo que Tú nos das. Nos tienes que regalar los caminos de santidad porque los
anhelamos con dulzura y encanto hasta más no poder.
Amigos muy
queridos del mundo, si quieren leer y compartir este mensaje, creo sería de
gran provecho para todos. Gracias de antemano.
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo G.
Febrero 8, 2009
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