¡El secreto de la felicidad no es otro que una entrega total a JESUCRISTO!
Es bueno vivir en deleites de amor en los campos benditos del Señor. Vamos todos juntitos a gozarnos con el Rey de amor. Con brillo celestial nos queremos expresar en todo lo que hagamos para el más allá. Démosle la gloria a nuestro Padre por la existencia tan bonita que nos dio. Podemos hacer cosas bellas y con todo lo que queramos honrarlo en los brazos benditos de nuestro Padre Dios. En consecuencia nos deleitamos hablando con el Amado porque no hay un gozo igual. Démosle la gloria a nuestro Padre por la existencia que nos dio. Tú eres bendito Papa Dios, por todo lo que de Ti hemos recibido y que no podemos negar, te adoramos Padre Celestial, te adoramos. Los cielos no pueden contener tu majestad divina.
Mientras estemos en la tierra, no perdamos ni un solo
momento porque para la eternidad tienen mucho valor. Si los bienaventurados en el Cielo nos pudieran contar lo que a ellos les ocurrió, nuestra vida en la tierra sería un deleite de amor. La alta comprensión de la vida es un bello regalo de Dios porque todo paso que demos nos acerca más a nuestro Creador. La hermosura del Cielo nadie la podrá explicar porque eso de calles de oro es una bella manera de hablar. Por eso tan bueno Papa Dios no te podemos despreciar. Llévanos prontito a esa Patria Celestial. Todos tenemos un cielo por delante si lo queremos aceptar y lo
único que necesitamos es nuestra buena voluntad para con el Señor. Amigos muy queridos del mundo, vámonos con el Señor porque no hay un negocio igual. Yo bendigo tu nombre Padre Dios. Aleluya, aleluya! Si los cielos cuentan tu gloria, nosotros los habitantes de la tierra no queremos quedarnos atrás. Llévanos completicos a esa patria celestial. AMEN!
Recuerda que el secreto de la felicidad es una entrega total a JESUCRISTO. Rinde tu vida a El.
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo G.
Agosto 1, 2008