Hola familia y amigos del Blog.
Todos sabemos que estamos viviendo tiempos difíciles en todo el mundo. Por lo tanto debemos estar en la brecha sin bajar la guardia, orden del Señor cuando nos dice, “orar sin cesar.” No debemos esperar tempestades o turbulencias para orar. Los años 2020 y 2021 han sido de pandemia, cuarentena, perdidas, sufrimiento, y juicio de Dios no solo para los incrédulos, sino también para la iglesia.
En nuestra familia hemos estado todos en cadena de oración en este tiempo ya que nos ha agarrado la turbulencia del covid, castigo de Dios ejecutado por todas partes sin lugar a dudas. Porque con tanta maldad en el corazón de la humanidad, al Señor se le ha rebosado la copa y nosotros lo
único que nos queda es pedirle perdón y misericordia; todos por todos. Así que estamos en cadena de oración y para entrar en ella solo debes pedirle al Señor perdón y misericordia y tener un corazón intercesor a favor de muchos. Gloria a Dios que nosotros ya estamos saliendo del tenebroso túnel que es este coronavirus y esperando en el Todopoderoso nos muestre su gloria en plenitud, pues Él es el único que nos puede sacar victoriosos.
Seguimos pidiendo al Señor que termine la obra que ha empezado en esta numerosa y maravillosa familia ya que algunos se han contaminado con covid, pero ahora cada uno de ellos se encuentra en diferente parte del proceso de sanidad. ¡La gloria sea para el Señor! Todos estamos en vía de recuperación, los infectados y los no infectados y esperando así que todos terminemos de salir de esta tribulación, personas transformadas por el poder de Dios y con muchos testimonios para glorificar al Señor contándolos a los semejantes. Yo como madre he sufrido mucho en medio de esta prueba, aunque el Todopoderoso me ha cuidado, pues bien sabemos que todo lo que le suceda a un hijo, la madre lo sufre igual.
Yo no me canso de darle las gracias al dueño de todo el universo y de nuestras vidas, por habernos sacado de esta crisis sanos y salvos. Hubiera yo desmayado si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.
Aguarda a Jehová, esfuérzate, aliéntese tu corazón y espera en el Señor (Salmo 27:13). Ahora les invito a cantar conmigo el versículo uno del Salmo 40 que dice así: “Pacientemente espere a Jehová, Él se inclinó a mí, escucho mi clamor, me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso, puso mis pies sobre peña y enderezo mis pasos, puso luego en mi boca cantico nuevo y alabanza a nuestro Dios.” ¡Alabado sea Dios!
Si tú te encuentras también en tiempos de prueba, clama a Dios.
Con amor,
María Fanny Agudelo
08/28/2021
No comments:
Post a Comment