Hola familia y amigos. Les cuento que este escrito me encanta y espero que lo lean y lo vuelvan a leer varias veces para que lo disfruten como yo lo he disfrutado.
¡Nunca cortes tu relación con Dios, más bien corta todo lo que te aleja de El!
Recuerda que cuando clamamos al Señor en oración auténtica descubrimos que Él está muy cerca, porque cuando entras en su Presencia, El entra en tus circunstancias con poder. Sólo de rodillas ante Dios nos mantendremos de pie ante los ojos del mundo. Nunca vayas por camino de perdición. Recuerda siempre que hay un solo camino hacia la vida eterna y este
camino es Jesucristo. Nunca olvides que no hay nada más poderoso que la oración, nada más fuerte que la fe y nada más grande que Dios. Tampoco olvides que el temor a Dios es la base de la sabiduría. Que tus decisiones sean el reflejo de tu esperanza y no de tus miedos. Dile: Señor se luz en mi mente, paz en mi corazón y sabiduría en mis decisiones. Si entendiéramos cuán valiosa es la oración, jamás tomaríamos una decisión antes de consultar a Dios. “Señor, mi pasado lo confío a tu misericordia, mi presente a tu amor y mi futuro a tu providencia.” No olvides que no estás
perdiendo nada cuando haces la voluntad de Dios y aceptas que El controla tus tiempos. Nunca nos apartemos del Señor así tengamos muchos problemas. Nunca olvides que el amor a Dios y al prójimo es el pasaporte para el Cielo, pues los bienes terrenales son polvo que desvanece, pero el amor que damos en la familia, en el trabajo, en la iglesia y en el mundo entero, nos salvará y permanecerá para siempre. No permitas que los problemas de la vida te absorban tanto que sólo hables de ellos, más bien levantémonos enfocados en las promesas de Dios y digamos como el rey David en los Salmos: Estoy abatido, pero Tú eres mi roca. No tengo nada, pero Tú eres mi proveedor. Me siento triste, pero tú eres mi consuelo. Pero…,
pero Tú eres mi castillo, Tú eres mi roca, Tú eres el que abre caminos, Tú peleas mis batallas, Tú me defiendes de mis enemigos. Pero no he visto justo desamparado ni su simiente que mendigue pan. Pero Tú eres mi pastor y nada me faltará. Pero Tú eres mi abrigo y mi pañuelo de lágrimas (consolador). Pero Tú eres mi rescate. Pero Tú eres mi porción y mi bendición. Dios no es Dios de muertos sino de vivos, pues para El todos vivimos (Lucas 20:38). Animo! Vale la pena amar a JESUCRISTO.
Con amor,
María Fanny Agudelo
03/26/2022
No comments:
Post a Comment