La dirección de nuestros pensamientos durante nuestra vida determina el lugar donde vamos a estar en la eternidad, pues ellos son el fruto de una vida consagrada o no al Señor. La eternidad en el Cielo donde nos vas a llevar es nuestro destino y desde esta vida nos gozamos con las delicias del Señor. Nos sentimos como tus hijos predilectos porque nos regalas tu santa paz. Digan lo que digan, en el Nombre de JESUS vamos y nada nos detiene y por nada te cambiamos Señor. Te doy gracias oh Dios que nos das tantas cosas bonitas con apariencia de “malos sinsabores”, pero que buenas son si son mandadas por el Amado. Estamos ahora disfrutando del gozo de la vida en compañía del Amado que es nuestro dueño adorado. Hoy es un día que brilla con una tarde esplendorosa bendecida por el Señor. Este ratico de la vida a Ti te lo entregamos Papa Dios y con él va el corazón que es lo único que te podemos dar con ternura y lleno del amor de Dios.
“El que te creo sin ti, no te salvara sin ti” es igual a decir que, “para nacer no te pidieron permiso, pero para salvarte sí.” La salvación es solamente si tú quieres; si la quieres despreciar es lamentable, pero tú lo puedes hacer. Dios no lleva al Cielo a nadie por las malas, sino para los que quieran seguir los bellos caminos del Señor.
No quiero alargarme más con este mensaje, con lo que me diste me contento. Estoy bastante complacido Señor con lo que haces conmigo. Me parece que ya me encuentro con Vos Papa Dios en la patria celestial.
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo G.
Abril 9, 2008