Les cuento que cuando el apóstol Pablo escribió la epístola a Tito acerca de su deber como pastor, menciono a los jóvenes como una clase de personas que requerían especial atención. Les invito a que analicemos algunos consejos de esta epístola y de un antiguo escritor llamado Ryle (1816-1900).
Joven, no olvides que tu enemigo es poderoso; la Biblia lo llama el príncipe del mundo o Satanás. Cuídate de no caer en su red ya que él tratara de arrojarte polvo en tus ojos para impedir que veas como son verdaderamente las cosas.
También el tratara de hacerte creer que el mal es bien y el bien es mal. Joven, tu poco sabes del peligro que corres con este enemigo que nunca duerme y que siempre está buscando a quien agarrar. La experiencia es una escuela costosa y es el único lugar donde aprenden los tercos.
El orgullo es el pecado más antiguo, ya que este ocurrió en el cielo antes de la fundación del mundo. Satanás y sus seguidores, por orgullo no estaban satisfechos donde Dios los tenia. Por tanto el orgullo dio al infierno los primeros habitantes. Joven, vigila tus pensamientos para que puedas estar seguro de tus acciones; considera tus caminos, reflexiona, se sabio, y considera lo que haces y hacia dónde vas. No olvides que hay pocos pensadores originales, la mayoría siguen a sus líderes-ídolos y
lo que está de moda. La opinión del día se les convierte en su religión, en su creencia, y en su dios. Ojala quebraras estas ataduras y arrojaras lejos de ti estas cadenas. Nunca te avergüences de que te vean buscando a Dios, ni de hacer lo correcto. Complace solo a Dios y El hará que los demás estén complacidos contigo. Ten presente a JESUCRISTO como el tesoro de tu alma. Si quieres correr para llegar a la meta, acude a Él. Ojala esta sea tu prioridad número uno sin olvidar que nada es tan importante como tu alma, pues esta vivirá para siempre. Ningún empleo es bueno para ti si lastima tu alma.
Piensa por un momento para que fuiste creado; ten seguridad que fue para algo grande. Tú fuiste creado para capacitarte para la eternidad. Tú fuiste creado para la alabanza de la gloria del Señor. Este es el propósito de Dios. El fin principal de los hombres es glorificar a Dios y disfrutar plenamente de Él y para siempre.
No olvides que en el paso por este mundo hay muchas dificultades, pero muchos jóvenes del pasado las vencieron y tú también las debes vencer. Ellos fueron personas como tú y enfrentaron obstáculos, controlaron deseos, soportaron tentaciones; y a pesar de todo les fue posible servir a Dios. Así que esfuérzate por servir al Señor y resistir al diablo. El Señor te dará fuerzas porque a Él le encanta ir al encuentro de los que se esfuerzan por buscarlo. Determina que la Biblia será tu consejera permanente porque ella contiene tanto la providencia misericordiosa de Dios para el alma del pecador,
como el mapa que debes usar para elegir el rumbo de tu vida. No tengas amigos que no son amigos de Dios. No olvides que el ocio brinda pensamientos malos, fantasías vanas, y es la puerta abierta para que el diablo entre. En los tiempos de desánimo recuerda las promesas del Señor. Ora en cualquier lugar ya que a través de la oración recibimos alimento que da vida al alma. Sin la oración estamos muertos para Dios. Haz de la oración los mejores momentos de tu vida porque hablas con quien más te ama, Dios. Consagra tu juventud para El, vale la pena.
Con amor,
María Fanny Agudelo
http://holdingheaven.blogspot.com/
5/26/2023
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