Esta vida se acabara sin aprobación o con aprobación de nadie, pero se acabara y no lo dudes. Vamos todos hacia la eternidad para el lugar que durante esta vida hayamos preparado cada uno de nosotros. Yo te aconsejo amigo que con aprobación o sin aprobación escojamos irnos con el Señor JESUCRISTO.
El término de la vida no nos debe preocupar, a todos se nos acaba y nadie se va a escapar; y mal de todos consuelo de bobos, pero mejor no charlar. Tomemos esto en serio porque es una tremenda realidad y lo más delicado es nuestra vida espiritual. Pero los hijos de Dios nos vamos con el Señor nuestro dueño bendito, porque Él no va a fallar. Si lo
seguimos a El nada nos debe preocupar porque Él es el dueño de la vida y de la eternidad. Él tiene además el Cielo para llevarnos allá y no podría ser otro lugar porque aquí en la Tierra nuestra vida se la entregamos a Él; Él es nuestro dueño adorado y nadie más. Repito, no podría ser otro sino únicamente el Señor nuestro verdadero dueño, nuestro amado Dios.
Hermanos queridos del mundo, no se me queden callados, entreguemos toda nuestra vida al Rey adorado, nuestro amado Señor. Si, nosotros te queremos seguir Señor y nadie nos lo puede impedir porque somos reyes soberanos de nuestro “yo” pues así fue como nos hizo el Señor. Dios quiso que aquí en la Tierra pudiéramos disfrutar como quisiéramos, pero en los brazos divinos del Señor.
Amigo, si vieras como me interesa tu vida eterna y que por falta de arrepentimiento te fueras al infierno. No puede ser, no puede ser, mejor corrígete porque estas a tiempo. Yo siento lastima por ti, siento dolor por tu vida. Yo quisiera que me escucharas porque sería mucho mejor. Si me pones atención te doy las gracias a ti, pero sobre todo al Señor. Entrégale tu vida completica a JESUS el Señor. Bendito seas Papa Dios que en buena hora me pones a hablar así. Llénate de gloria mi divino salvador!
Termino invitándote para que mires a JESUS que es el mayor bien para tu vida porque tu vales mucho y no quiero que te vayas a perder por toda la eternidad. Hoy es el tiempo preciso para que no lo vayas a despreciar a Él. Te amo, te amo, pero Él te ama con amor eterno.
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo G.
Enero 20, 2008