El mensaje anterior acerca del TIEMPO ya salió a volar, sigamos con este porque es una tremenda realidad. El tema central en el mensaje anterior fue APROVECHAR BIEN EL TIEMPO, Y en este decirles los goces del Cielo por toda la eternidad. Calles de oro y mar de cristal y mejor lo que nos cuenta el apóstol san Pablo cuando nos dice: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.” (1Corintios 2:9 2Corintios 12:1-4).
Quiero escribir en este Blog todo lo que Tu Señor me das; los goces del Cielo en la eternidad. Señor adorado, Tu eres mi amado por siempre jamás. Mi corazón te entrego, yo no tengo más. Que felicidad ir con el amado hacia el más allá!
Espíritu Santo de Dios cúbreme con tu resplandor, porque las almas que allá vamos somos todas del Señor. Esto es una gran procesión que formamos desde la tierra para marchar hacia el más allá, donde vamos a estar todos junticos en los brazos de Dios por la eternidad.
Papacito Dios, déjate venir con todas las ansias de mi corazón porque te queremos seguir hasta el más allá. Gracias por el día de hoy que disfrutamos en tu santa presencia, queremos gozarlo completo sin descansar. Todo te lo entregamos Padre bendito sin desmayar hasta que lleguemos a tu regazo celestial.
Si supiéramos lo que nos espera al terminar la vida, mil años en oración seria poquito para entregarle la vida al Señor. Agradezcámosle a la persona adorada de JESUCRISTO, que con su muerte y resurrección purifico nuestras vidas para entregárselas a Dios. Gracias Papa Dios por habernos creado, y todavía más por el lugar en el más allá que nos tienes preparado para pasar la eternidad. Te agradecemos Señor amado que nos hayas redimido, porque si no fuera por tu redención estaríamos perdidos.
Quiero terminar haciéndoles la invitación para que no dejen de seguir los caminos del Señor. En el Cielo nos veremos las caras si vamos con el Señor; y esto no lo podemos dudar, si vamos con el Amado tenemos toda la seguridad. Por favor, decídete por el Señor JESUCRISTO!
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo G.
Diciembre 6, 2007