Dame hijo mío tu corazón y miren tus
ojos por mis caminos. Proverbios
23: 26
El
valor de cada persona es el valor de sus pensamientos. Cada persona vale lo que piensa! Y recuerda que tu mente y tu
corazón están conectados, entonces tus pensamientos y tus sentimientos están
ligados. Por ejemplo, el Señor nos creo para ser felices eternamente; si tú te
distancias de este propósito divino, entonces tus pensamientos y sentimientos
van a ser de desvaloración. Reflexiona bien! Más aun si tus pensamientos son
basura, entonces tú te sentirás como un desecho. Esto no es lo que Dios quiere
para tu vida. Por eso concentrémonos en lo divino para que nuestros pensamientos
sean bellos y hermosos y así tengamos unos buenos resultados en nuestra vida
cotidiana. Las ternuras del Señor, ¿a que se compararan? Hacer esto en la
tierra es muy difícil, eso tiene que ser allá.
Nosotros Papacito Dios colocamos todos nuestros pensamientos en tu santísima presencia para que tú les des un colorido infinitamente santo y un brillo de tu ternura y de tu amor. Una invitación cordial para todos los que hoy disfrutamos de esta vida preciosa: Entreguémosle todos nuestros deseos a Papa Dios y así terminar felizmente todos nuestros días en la santa presencia del Señor. Pero todavía yo te pido más Papa Dios: Quiero llevar conmigo gente de toda nación, tribus, y lenguas a tu regazo bendito. Comprendo que yo no soy nada, pero dame tu bendición para alcanzar estas gracias, en el nombre de JESUS, amen.
Nosotros Papacito Dios colocamos todos nuestros pensamientos en tu santísima presencia para que tú les des un colorido infinitamente santo y un brillo de tu ternura y de tu amor. Una invitación cordial para todos los que hoy disfrutamos de esta vida preciosa: Entreguémosle todos nuestros deseos a Papa Dios y así terminar felizmente todos nuestros días en la santa presencia del Señor. Pero todavía yo te pido más Papa Dios: Quiero llevar conmigo gente de toda nación, tribus, y lenguas a tu regazo bendito. Comprendo que yo no soy nada, pero dame tu bendición para alcanzar estas gracias, en el nombre de JESUS, amen.
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo G.
Julio 1, 2010