Mi esposo y yo fuimos criados en familias católicas en Colombia, y desde muy temprana edad nuestros padres nos enseñaron los principios morales fundamentales de la religión católica. Pero en abril del año 1989 fue cuando comprendimos el verdadero concepto de ser cristiano y desde entonces nuestra relación con Dios la hicimos más personal y fue en esa época cuando renacimos de nuevo como hijos de Dios en el cristianismo. Desde entonces comenzamos a escribir. José Joaquín ha escrito reflexiones acerca del amor de Dios y mensajes de esperanza para la humanidad, y yo sabios consejos para todas las familias de la tierra.

Saturday, January 23, 2016

LA TELEVISION



Hola familia y queridos amigos del Blog, hoy quiero compartirles un análisis muy contundente y verdadero que hizo Daniel Scarone en su libro “Asalto a la Mente” de la famosa empresa televisiva del mundo.
Pero tenga en cuenta: este mensaje va principalmente para las personas que tienen como habito la televisión, es decir que permanecen largas horas en el día y/o en la noche frente a la pantalla; y también va para los que son padres o tutores y necesitan proteger sus seres queridos.
El análisis comienza así:


Los medios masivos distorsionan nuestra percepción del mundo, proporcionando un efecto ilusorio que nos distrae de la realidad y desvía la atención de los verdaderos problemas que debemos afrontar. El escritor Sumner Redstone dijo: Sin contenido, la televisión con todos sus canales, cables, y cadenas de videos, no tendrá sentido alguno ya que ésta trabaja con imágenes; y lo peor de todo es que las entrega ya elaboradas. Al no mediar el razonamiento, la televisión ejerce un tremendo dominio sobre el espíritu del televidente; esto sucede cada vez que se absorbe mensajes de cualquier índole por medios pasivos y sin participación alguna. En cambio por medio de la lectura, pensamos, elaboramos, imaginamos y dialogamos.
Así que, ante la televisión estamos indefensos porque sólo absorbemos mensajes; por esto no es exagerado decir que entre más televisión vemos, más tontos nos volvemos.
La televisión sólo propone una cultura homogénea que no respeta ninguna edad, ya que en la mayoría de los programas se destaca una especie de desprecio por el entendimiento y por el conocimiento serio y riguroso; más bien se dedican a ensalzar el lenguaje vulgar y comportamientos ridículos. Es difícil ver en la televisión un modelo educativo e íntegro que podamos admirar e imitar. Muchos pensamientos y actos que consideramos espontáneos y propios de nuestra personalidad, son sólo respuestas a la formación programada en este medio, que llegó hasta nuestro subconsciente sin que nos diéramos cuenta. Esta manipulación mental contribuye a una grave amenaza para nuestra seguridad, nuestra familia, nuestra fe, nuestros valores espirituales y morales. Por tanto, no debemos entrar en el juego de esa institución ya que lo único que hacen es vender mentiras. Dios creó las personas y las colocó en un mundo real, les dio la facultad de imaginación para que pensaran en un mundo mejor. En la mente se encuentra toda nuestra herencia cultural y voluntad, ya que de allí fluyen los pensamientos que determinan nuestra conducta. Alguien dijo, es una ley del espíritu humano, que el espíritu humano se asemeja a lo que contempla; así que permitamos que el Espíritu santo sea quien ilumine y guie nuestros pensamientos. Es importante sembrar hoy ya que los niños de hoy serán los ciudadanos del mañana.
Ellos serán los responsables de aportar buena dosis de criterio y sabiduría para solucionar los problemas que acechan a nuestra sociedad. No olviden que el Dios que nos creó, se complace en vernos elegir bien. Paradójicamente este universo cultural que nos envuelve ha paralizado en nosotros las iniciativas ordenadas por Dios, pues nos ha hecho espectadores dentro de un mundo legado por Dios para que lo cultivemos. Así que es el mundo el que debe recibir nuestra influencia, y no nosotros del mundo; esa es la razón del empobrecimiento cultural que nos rodea. Todos los cristianos debemos entender que sojuzgar la tierra y señorearla implica el cuidado del medio, no de la destrucción, o sea cultivar los dones que tenemos ya que somos sal de la tierra. También tenemos la responsabilidad de re-cultivar una cultura que ha perdido los nutrientes y la savia de la vida. Lo genuino del creyente se manifiesta a través del compromiso ya que sus ideales no son del mundo, sino que él transmite al mundo nuevas ideas sustentadas en la Palabra de Dios. Esa responsabilidad hace que su pureza y lo genuino de sus actos se manifiesten en la forma que  transmite su convicción. El creyente es consciente del libre albedrio; esto determina la conducta de cada ser humano. El creyente nunca puede ser manipulador ni tampoco debe dejarse manipular, más bien debe ser el libertador de toda persona que sufre esclavitud; así será la sal de la tierra y luz para alumbrar el mundo. No olviden que conocer la verdad es conocer a CRISTO y permanecer en Cristo. Conocer a Cristo es mantener una relación permanentemente con Él.
Yo también quiero aplicar este mensaje para todo tipo de pantallas: Computadoras, celulares, tabletas, IPod, Ipad, Androids, play stations, etc. Cualquiera sea la pantalla, si esta te cautiva largas horas, estas cayendo en la trampa de sus comerciantes y tu vida está siendo encadenada lentamente sin darte cuenta. Por favor usemos bien la tecnología del siglo 21 para nuestro beneficio y no para nuestra destrucción. Usémosla para la gloria de Dios!
Con amor,
                   María Fanny Agudelo
                   01/15/16
                   www.holdingheaven.blogspot.com     

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