“El amor nunca deja de ser.” 1ª de
Corintios 13:8
Hola
familia y amigos. Recuerden, las mamás jugamos un papel muy importante en este
planeta tierra por designios de Dios. Póngase a pensar, ¿Cuál de ustedes no
llegó a este mundo por medio de la mamá? El mismo Dios buscó una mamá piadosa,
joven, sabia y bonita para poder enviar a su Hijo Único Jesús, nuestro
redentor, a este lugar. ¿Sabías que después de Jesús la mamá es la que sabe
amar mejor? Ella ama sin condición, todo lo da a cambio de nada. ¿Te has
preguntado alguna vez a que viniste a este planeta Tierra?
Sabes, eres una
persona o ser creado por Dios, hecha de puro amor, y viniste a perfeccionarte
en lo que eres, o sea, tu misión es amarte y amar. El amor es entrega, verdad,
respeto, tiempo, generosidad, perdón, fe, y admiración. El amor también es
ternura, sencillez, fortaleza, libertad, comprensión, detalles, armonía,
confianza y paciencia. Estas virtudes las debes cultivar y perfeccionar. Así
que, sea cual sea tu problema, tu amor es la respuesta, sea cual sea tu dolor,
tu amor es la respuesta, sea cual sea tu crisis, tu amor es la respuesta. No
olviden, las mamas tienen distintas características, unas son jóvenes o viejas,
otras cariñosas, altas, definidas, calladas, pensativas, amigables, explosivas,
trabajadoras, fuertes, maestras, enfermeras, psicólogas, madre y padre a la
vez, detallistas, bondadosas, amorosas, algunas muy creyentes y piadosas. Sea
cual sea su personalidad, todas son fabulosas y se merecen que las respetemos y
las amemos los 365 días del año.
Estoy completamente segura, ninguna mamá tiene
hijo preferido, más bien ellas son volubles.
Se dedican en cuerpo y alma al
hijo deshabilitado o enfermo; pidiéndole a Dios por el que se fue hasta que
vuelva; al que está desempleado, hasta que se emplee; por el que estudia, hasta
que se gradúe; por el que llora, hasta que Dios lo bendiga; el hijo prodigo,
comportándose mal, hasta que regrese. De esta manera complacemos a Dios y Él
pronto hará que los demás estén complacidos con nosotras. Dios no nos prometió
que navegaríamos por este mar de la vida sin tormentas, sino que Él nos daría
valentía suficiente para soportarlas y que tocaríamos tierra, sanos y salvos,
si se lo pedimos Y confiamos en El.
¡FELIZ
DIA DE LAS MADRES!
Con
amor,
María Fanny Agudelo
5/10/2017
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