La
dirección de nuestros pensamientos determina el lugar donde vamos a pasar la
eternidad. Así como lo oyes, así de facilito es. Porque tal cual es el
pensamiento en el corazón del hombre, tal es el (Proverbios 23:7). Es fácil conocer el camino a no ser que no lo
quieras, pero esto ya sería otro capítulo. Pero nosotros lo conocemos y lo
queremos conocer más. No te largamos Papacito Dios; ya comprendemos la dicha
que es seguir tus bellos caminos de amor. Esos son nuestros pensamientos y no sé
porque haya personas que piensen distinto acerca de esto. Pero a los que
creemos nos ocurren cosas lindas para contar a nuestros hermanos y amigos como
el siguiente testimonio:
Hace
aproximadamente un mes tuve una tremenda caída contra el pavimento y yo sentí
que me revente mi caja torácica por cuatro partes diferentes; una de ellas fue
la rotura de una costilla. Quede con un dolor tan fuerte que me dolía hasta
para hablar. Toser me era imposible. Por consejo médico me recomendaron la
posición que debería tomar: Recostar mi pecho contra una almohada y así pude
medio soportarme. Pero escuchen lo que sigue. Estaba orando en la noche cuando
sentí un calorcito que recorría toda mi zona afectada. De repente, mi costilla
rota resulto sana y no sé cómo. Toser no me dolía y me podía mover con
facilidad cambiando de posición en mi cama. De lo que si estoy seguro es que el
Señor JESUS metió su mano bendita.
Papa
Dios nos regala tantas cosas bonitas que yo no me aguanto y tengo que decirte
cositas bonitas también. Gracias mi buen Señor por acordarte de mí. Nuestra
vida es todo milagro, pero este último es especial. A mi es la primera vez que
me ocurre y fue admirable. Quién soy yo Señor para que me hayas mirado? Y qué
es la humanidad para que hayas bajado desde tu trono? Y qué es el hombre para
que tengas de él memoria?
Ya
sé Señor, todo por amor!
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo G.
Noviembre 7, 2009
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