¿Estás en crisis? Entonces has esto: No
exijas explicaciones a Dios, tampoco cuentes con tu habilidad para comprender
lo que está pasando. No mengues tu fe, mejor es confiar en Él diciendo “hágase
tu voluntad”. También recuerda a Job que decía “aunque me matares, en ti
confiaré”.
Les invito pues a analizar el siguiente escrito anónimo titulado “Black Friday”:
Hace
aproximadamente dos mil años hubo un viernes negro, el más negro de la
historia. Lucas nos cuenta que en aquel viernes negro mientras el Hijo de Dios
era levantado, clavado en la cruz, toda la tierra quedó en oscuridad (Lucas
23:44). En ese “black Friday”, Dios hizo la mejor oferta que un día el ser
humano recibió; Él coloco la salvación de forma gratuita y al alcance de todos
nosotros. En aquel viernes negro en el Gólgota no hizo solamente un simple
descuento por nuestra deuda, Él la pago completa porque el amor de Dios es
incondicional.
¿Sabías que el pastor Billy Graham
escribió algo sobre la aflicción? Él dice, “el quebrantamiento es la puerta de
entrada a la comunión con Dios. ¿Será que sí es posible confiar en Dios y
sentirse afligido al mismo tiempo? Sí. El reconocer tu desesperanza ante Dios
puede ser una afirmación de fe. Recordemos que David escribió “aunque me
encuentro muy afligido sigo creyendo en Dios” ya que Dios le permitía decir lo
que sentía y le seguiría amando.”
Cuando pones tus preocupaciones en las
manos de Dios, Él pone su paz en tu corazón. Hoy me permito dejar atrás las
partes oscuras de mi vida y avanzar segura hacia un futuro lleno de luz, de la
luz de Dios, de la mano de Dios.
También practiquemos siempre lo que el Espíritu
Santo nos dice en el libro de Santiago 5:13, “¿Esta alguno entre vosotros
afligido? Haga oración. ¿Esta alguno alegre? Cante alabanzas”. Es decir, sea
cual sea la circunstancia debemos dirigirnos al Señor ya sea en clamor o en
alabanza. Lo importante es no tardar en hacerlo, sea lo uno o
lo otro.
Con amor,
María Fanny Agudelo
12/8/2018
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