Mi esposo y yo fuimos criados en familias católicas en Colombia, y desde muy temprana edad nuestros padres nos enseñaron los principios morales fundamentales de la religión católica. Pero en abril del año 1989 fue cuando comprendimos el verdadero concepto de ser cristiano y desde entonces nuestra relación con Dios la hicimos más personal y fue en esa época cuando renacimos de nuevo como hijos de Dios en el cristianismo. Desde entonces comenzamos a escribir. José Joaquín ha escrito reflexiones acerca del amor de Dios y mensajes de esperanza para la humanidad, y yo sabios consejos para todas las familias de la tierra.

Sunday, June 30, 2024

! ALERTA, ALERTA!

 


Mi deseo es alertar a mi familia y amigos del peligro de pasar a la eternidad sin Dios. No habría desgracia igual. No lo permitamos, no lo permitamos porque somos propiedad del Señor y no lo cambiamos por nada ni por nadie. Eres mi dueño bendito, adorado, y bello.

Soy un ciudadano cualquiera y no tengo nada especial, solo que el Espíritu Santo me ilumina que debo ensenar. Como un habitante del planeta Tierra deseo compartir con todos mis hermanos las bendiciones de Dios. Son bendiciones tan bellas y lindas que no me las puedo callar ni guardar ni un momento siquiera porque me sentiría mal.

Ay hermano! Nos vamos para el Cielo, la mansión de Dios. Nuestros pensamientos no tienen rebaja y en buena hora los escribimos para la gloria del Señor. Mira terco, mira terquito, no te puedes condenar. Ya el Señor pago la deuda para llevarnos a su mansión celestial. Nuestra patria es el Cielo y no lo podemos dudar; a nosotros nos toca dejarnos llevar ¿Por qué? Amigo abandonado, ¿por qué no levantas tu pupila e invocas al Creador cambiando de parecer y derrotando al


Dragón que te acecha con tan mala intención de llevarte en sus garras al infierno de horror? Yo te invito hermano equivocado para que no te dejes engañar porque ninguna religión salva, solo salva el Señor. JESUCRISTO es nuestro salvador y de eso no cabe duda. El pago la deuda con su muerte en la cruz, pero es importante que lo aceptemos; sin nuestro consentimiento no nos podría salvar.

No quiero alargarme más, pero que bueno que en este año nos compenetráramos más y más de los negocios de Dios.

Cordialmente,

                        José Joaquín Agudelo G.

                        Enero 4, 2008

NOTA: Como seria de bueno que lo retransmitieras a tus valiosas amistades. Muchas gracias.     

 

DIOS CASTIGA

 

Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿Qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?

Hebreos 12: 5- 7


Hola familia y amigos. Hoy quiero recordarles que Dios nos castiga porque nos ama. Esto suena fuerte, pero Él es un Padre amoroso y misericordioso. Qué tal que nos dejara sin corrección! Les cuento que es mucho mejor que nuestro Creador y Redentor lo haga así aunque parezca duro. Esto porque Él sabe que para nosotros es más horrible y peligroso que nos acumule nuestras faltas, rebeldías, y pecados para castigarnos cuando estemos en su presencia, ya que se trata de castigo eterno. En cambio, si nos castiga y corrige en esta vida que es corta y pasajera,

así podrá llevarnos limpios de pecado a la vida eterna, ya que es la más importante.

Les quiero aclarar lo anterior ya que el Señor a veces nos prueba o nos castiga en el paso por esta patria terrenal para que no perdamos la patria celestial. Este es el lugar definitivo para nosotros y procurarlo es el negocio más grande en esta vida; esto lo repetía incansablemente mi esposo quien está ahora disfrutando de la patria celestial. Aleluya!


Mi consejo es que aceptemos con mucha paciencia las pruebas o castigos que Dios nos manda ya que Él quiere lo mejor para nosotros que es la patria celestial (Juan 14:2-3). Es verdad que el Señor a veces nos envía pruebas difíciles y dolorosas para purificarnos de toda maldad. Pero no se nos olvide que al Cielo no entra nada impuro y que por muy dura que sea la prueba, debemos pedir al Señor fe y sabiduría sin renegar ni reclamarle nada ya que Él es soberano.

Por favor toma en cuenta estos sabios consejos  que te llevan a crecer en la fe y subir a las alturas de la santidad. Recuerde también que nuestra FE se prueba como el oro en el fuego (1Pedro 1: 6-7) para que brillemos en medio de la oscuridad de este mundo. Venga a la luz. JESUCRISTO es la LUZ!

Con amor,

                María Fanny Agudelo

                6/27/2024