Hola familia y amigos, hoy quiero hablarles de algunas, entre muchas hermosas promesas de Dios, que nos enseñan andar de la Mano del Señor porque ellas llenan de confianza nuestro corazón. Comencemos teniendo en cuenta lo que JESUS dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30). Hay muchos temores tales como el fracaso, las enfermedades, la pérdida de un ser querido, la pobreza, las aflicciones, etc. ¿A dónde llegaremos? Recuerden que el Espíritu Santo es enemigo del temor, así que adelantémonos a vencer todo temor o miedo y a vivir confiados en la poderosa presencia del Señor siempre, siempre.
En el Salmo 16:11 dice: “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre.” Oro así porque sé que me respondes oh Dios! Sé que inclinas a mí tu oído y escuchas mi oración! Porque Dios es fiel confiemos en El. No hay corazón que El no sane. No hay oración que El no escuche. El secreto de nuestra victoria se encuentra en amar a Dios profundamente, echar raíces profundas en su Palabra y su amor, y este amor se debe ampliar hasta nuestros semejantes. La vida es hermosa pues a pesar de los malos momentos, decepciones, dolores y lágrimas, Dios siempre nos da la oportunidad de empezar de nuevo.
Por tanto no temas a los retos pues estos te hacen ágil. No temas a equivocarte ya que tus errores te hacen más sabio. No temas a la soledad, Dios está contigo. Recuerda esto: Cuando tu corazón se conecta con el corazón de Dios, cosas extraordinarias sucederán. No olvides esto: Cuando estamos con el corazón y el alma triste lo mejor es ir a un lugar sólo y silencioso, cerrar los ojos y hablar con Dios. Con los ojos cerrados, incluso cuando no podemos decir nada, el Señor es el único que puede leer nuestro corazón. Así que en cualquier situación que estemos atravesando, debemos estar tranquilos y meditar en las promesas de Dios, ya que andamos de la Mano de Dios. Confía en Dios!
Con amor,
María Fanny Agudelo
07/25/2024
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