Todo minuto que en nuestra vida pasa lo deberíamos lograr porque son momentos preciosos que no se repiten jamás. Todo lo que hagamos durante la vida que sea para la gloria del Senor! El tiempo es un regalo de Dios, aprovechémoslo al máximo!
El ejército de los bienaventurados que ya están en el Cielo un buen ejemplo nos han dado: Siguieron al Senor de la gloria como su único salvador. No nos quedemos coleados porque es fácil hermano seguir los caminos de Dios.
No nos callemos cuando tengamos la oportunidad de hablar porque son momentos preciosos que en el Cielo los vamos a encontrar. Lo que quiero decirles es el valor del momento presente, o sea la gran oportunidad de guiar almas a la mansión celestial. Mientras dure nuestra vida somos reyes y sacerdotes para predicar el Evangelio del Senor, y nadie nos puede prohibir cumplir las órdenes de nuestro amado Dios.
Hermanos equivocados del mundo, no se dejen arrastrar por las fuerzas del mal porque ellas os conducirán a lugares de tormento donde no queremos llegar. La Palabra de Dios lo llama infierno, ¿y cómo será? No seamos bobitos, vámonos para el Cielo que es la Mansión celestial, en compañía de nuestro Dios por toda la eternidad.
No son pocos los equivocados siguiendo falsas religiones
y cada uno cree tener la verdad. El demonio es muy astuto y todo lo embarra para llevar las almas allá, a donde es su terrible lugar. Pero nosotros vamos con JESUS y no lo podemos largar hasta que el Senor nos lleve a la Mansión celestial.
Esto es todo lo que les quiero decir hoy para que todos bien queriditos aprovechemos bien el tiempo y nos vayamos con el Senor.
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo G.
Diciembre 1, 2007
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