Me encanta leer interesantes libros de los cuales pueda sacar grandes aplicaciones para la vida cotidiana. Hace algunos días leí Prepárate tu Mañana de Éxito, de John Maxwell y quiero compartir con Ustedes algunos consejos que nos ayudan a todos.
La necesidad y la dificultad no son adversarias, son más bien buenas aliadas del cambio y del mejoramiento. El mundo detesta el cambio, sin embargo es la única cosa que ha traído progreso a la humanidad; claro que hay que dar tiempo suficiente a las personas para que puedan aceptar los buenos cambios. La mayoría de la gente esta más cómoda en sus viejos problemas que con las nuevas soluciones.
El planificar nos quitara algunos obstáculos pero no todos, ya que los problemas son parte de la vida cotidiana. Los cambios nos afectan las emociones y la lógica rara vez gana. Así que debemos asegurarnos de que vamos por el camino correcto y mirar que si estemos apuntando al “blanco”, que debe ser JESUCRISTO. Todo lo demás nos vendrá por añadidura y no olvidar que las personas pueden ser transformadas a través de la renovación de su entendimiento. La única manera de que Usted pueda cambiar su mente y sus emociones es cambiando la manera de pensar y esto solo es posible con JESUCRISTO.
Hay personas que no quieren que se les conozca sus metas por temor al fracaso; otras no quieren ni siquiera trepar un árbol para buscar una fruta, pues se les olvida que sin riesgos no hay ninguna fruta, no hay ningún logro. Sin una meta establecida no tenemos manera de aprender de nuestras deficiencias. Si no sabemos a donde vamos, ¿Cómo sabremos cuando llegamos? La persona victoriosa es aquella que sabe transformar en escalones las piedras de tropiezo.
Con amor, María F. Agudelo
7/21/11
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