Quiero terminar este mes de Mayo hablándoles más acerca de las madres.
Yo no me canso, y creo ustedes tampoco, recordar o aprender mas acerca de la
educación de nuestros hijos. Recordemos que si hacemos un buen papel de madres
tendremos hijos bien formados y preparados para la sociedad del mañana. Muchos
de los consejos que voy a compartirles son sacados del libro Comentarios Positivos por Karol Ladd.
Cuando nuestros hijos no cuentan con comentarios positivos sobre ellos
mismos, entonces sus cuentas bancarias emocionales pueden irse a la quiebra
sobregirados por las críticas y los contratiempos que ocurren todos los días en
el mundo que les rodea. Ayudar a nuestros hijos a alcanzar sus destinos y todo
el potencial que Dios les ha dado, es uno de los aspectos con mayor recompensa
en nuestro trabajo como madres. Pero las madres debemos tener mucho cuidado ya
que es muy tentador imponer nuestras expectativas en ellos tratando de
empujarlos hacia la dirección que nosotras queramos en lugar de guiarlos hacia
la dirección que Dios tiene planeada para ellos. Nuestro reto es aprender a ser
el viento para sus velas sin soplarlas fuera del curso que Dios ha fijado en
sus vidas. Esto no significa que nuestros hijos siempre tendrán éxito, pero tenemos
que estar ahí cuando ganan y cuando pierdan. Cuando haya frustraciones
necesitamos abrazarlos y llorar con ellos. También necesitamos escucharlos con
atención y que ellos puedan desahogarse
con libertad. Nuestro apoyo debe ser incondicional para que nuestros hijos se
acerquen con confianza. Al consolarlos no estamos disminuyendo sus
expectativas, sino que estamos formando hijos confiados y seguros. Debemos
tener en cuenta que por nuestra manera de responder a sus fracasos podríamos extinguir
su confianza o podríamos ser catalizadoras que los ayuden a esforzarse mas. Si
nuestros hijos crecen confiados sabrán que mas adelante podrían caer o perder,
pero tendrán la suficiente fuerza para levantar sus manos al Cielo y pedir a
Dios misericordia y ayuda. Ellos sabrán también que tienen una mamá llena de fe
y de esperanza para decirles, “Creo en ti, te amo y se que te vas a levantar de
esta frustración”.
“Sea vuestra palabra siempre con
gracia, sazonada con sal, para que sepáis como debéis responder a cada uno.” Colosenses 4: 6
¿Con que palabras tratas a tus hijos y a tu prójimo?
Con amor,
María F. Agudelo
05/ 20/12
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