Cordialmente,
José J. Agudelo
01/08/2004
Mi esposo y yo fuimos criados en familias católicas en Colombia, y desde muy temprana edad nuestros padres nos enseñaron los principios morales fundamentales de la religión católica. Pero en abril del año 1989 fue cuando comprendimos el verdadero concepto de ser cristiano y desde entonces nuestra relación con Dios la hicimos más personal y fue en esa época cuando renacimos de nuevo como hijos de Dios en el cristianismo. Desde entonces comenzamos a escribir. José Joaquín ha escrito reflexiones acerca del amor de Dios y mensajes de esperanza para la humanidad, y yo sabios consejos para todas las familias de la tierra.
Familia
ReplyDeletePara mi fue gran bendición la vida de Don José Joaquín, le recordaré como un hombre valiente y fiel a Dios. Dispuesto a conversar y compartir sus mensajes y dando aliento a todos. Gracias por compartirme su partida al Cielo, sin duda su legado se verá reflejado en multitudes que amaran a nuestro mejor amigo: DIOS.
Para toda su familia, un gozo saber que tienen una estrella brillando en el cielo!!!
Daniel 12:3
Sigamos brillando y dando luz a todos, amigos
DIOS ES BUENO, era la hora para él de descansar en los brazos de Su amado. GLORIA A DIOS!!!
Sigamos orando unos por otros.
Dios los bendiga y fortalecidos cantemos aun en medio del desierto porque Dios nos guiará a la bendición, como guió a Jacob hacia el encuentro de su hijo amado José, en Egipto, después de 20 años de creerlo muerto.
Dios nos sorprenderá con las mejores noticias:
multitudes viniendo a los pies de nuestro Salvador!!!
Sigamos orando por ello!!!
Gracias, gracias, gracias a Dios.
Tenemos amigos en el cielo!!! Gracias a Dios por José Joaquin
Con amor,
Lina María.
Queridos Amigos:
ReplyDeleteLamentamos profundamente esta inmensa perdida. Afortunadamente tuve la oportunidad de recibir muchos de sus escritos de los cuales disfrute mucho y lo admire siempre por su lucidez, inteligencia y esa gran fe que siempre quiso y seguirá compartiendo desde el Cielo. Don José nos dejo un legado muy grande con su enseñanza preparándonos para el gran encuentro con Papa Dios, compartiendo sus bellos pensamientos donde nos dibujaba la realidad de la vida con mucha espiritualidad.
Que Dios lo tenga en su gloria como una gran estrella que brillara y titilara siempre en nuestros corazones, con la esperanza de que algún día nos reunamos con El en compañía de Papa Dios.
Los acompañamos siempre de corazón y que Dios les de la fortaleza para seguir adelante, compartiendo esta gran fe y esperanza que siempre lo caracterizo y compartio en la Fe de Jesucristo. Muchas bendiciones.
Abrazos.
Nancy Chow y Familia.
Blanca Cecilia y familia, cordial saludo. Don Joaquín fue para nuestra familia un padre sabio, prudente, afectuoso, un guía en este caminar por el planeta tierra. el nos encaminó sin presiones por el mundo de Nuestro Señor Jesucristo, nos permitió conocerlo de una manera más cercana y afectuosa de tal manera que fué el mismo Señor el que nos atrapó para continuar la tarea de antojar a otros a seguirle en la construcción de su Reino. Como padre de familia, Don Joaquín, entendió aquel gran principio que gobierna a todo nuestro género humano: la autonomía y como seres autónomos, libres para elegir, el nos mostró lo agradable de seguir a Jesús de Nazareth a pesar de las continuas dificultades de la vida. Nos mostró la Misericordia de Dios de tal manera que Nuestro Padre Celestial cuida a todas y cada una de sus criaturas: a los indiferentes y enemigos de la iglesia a los cuales somos llamados a antojar con nuestro testimonio de vida para seguir a Jesús en el camino, tal como lo hizo el Ciego Bartimeo, según nos lo narra al final de su capítulo 10 el Evangelio de San Marcos, Batimeo no se contentó con el milagro de Jesús al devolverle la vista sino que se convirtió en discípulo de su Maestro Jesús, el Hijo de David. Tocar a los indiferentes, a los enemigos no es fácil y sólo podremos hacerlo con al gracia y la fuerza del Señor.
ReplyDeleteDon Joaquín marcó nuestro camino y nos dirigió por la vía sana, espiritual, agradable a Dios. Su invitación fué sencilla pero tenía una fuerza grande, nos atrapó y digamóslo con palabras simples: cambió el curso de nuestra historia; Don Joaquín había leido ya el libro de los hechos y conocía bien el testimonio de San Pablo: éste al final de sus días quería irse con el Señor, quería morir para compartir de cerca la suerte de Cristo, pero tambíen comprendió que si Jesús lo necesitaba aquí para seguir construyendo su Reino aquí se quedaría hasta que su Señor lo dispusiera. Nuestro buen amigo y Padre Espiritual, Don Joaquín, hizo lo del Apóstol Pablo: predicar a Jesús, antojar a otros a seguirlo, formar a su familia con el ejemplo Cristiano, fundamentado en una fé sólida, inquebrantable, continua, firme, amable, tierno, cariñoso, respetuoso siempre del pensar del otro, de la dignidad que acompaña a cada ser humano. No se quedó un solo rincón sin su presencia, invitando a la búsqueda de la felicidad en Dios.
Hemos recibido la noticia con sorpresa, nos colmó de tristeza pero también de Paz, de Alegría, de Felicidad, por tener a alguien conocido nuestro cerca a Nuestro Señor Jesucristo, a alguien que puede escucharnos y pedir por nosotros al Padre Celestial, alguien que ya conoce de cerca al Espíritu Santo, quien le ilumina a cada instante.
De él sólo tenemos recuerdos de cariño, acogida y servicio.
Nuestro sentimiento se une a toda nuestra familia Agudelo Castaño, a quienes siempre tenemos en nuestra mente y en nuestro corazón, quienes han sido parte de nuestra vida.
Un abrazo de nuestra parte, con el deseo de acompañarlos siempre,
Afectuosamente,
Mauricio, Blanca Inés, Pablo