Una forma de cultivar la amistad con Dios es a través de la ORACION. En
la oración nosotros le pedimos al Señor muchas cosas, pero Dios nos dice: Pídanme
a mi mismo. De la misma manera el Señor no nos pide objetos, nos pide a
nosotros mismos. El Espíritu Santo mora en mí ya que el templo preferido de
Dios es el corazón humano, corazon de todo aquel que ha decidido recibirle.
Eres templo de Dios cuando recibes a JESUCRISTO en tu corazón. Eres templo de
Dios cuando irradias su luz, esto quiere decir que Dios esta contigo y te
brinda su amistad. Llénate de gozo porque Dios jamás te abandona. Toma
conciencia de tu inmensa dignidad ya que en tu corazón habita la DIVINA
MAJESTAD. Es el Señor mismo el que te llena de poder cuando te sientes débil y
deprimido. Se buen amigo del Espíritu Santo porque El es el dulce huésped del alma. Comparte los
bienes espirituales y date a ti mismo. Recuerda que da muy poco aquel que solo
da objetos. No olvides nunca que amar es compartir. Son vanos los esfuerzos
cuando te afanas por recibir amor sin darlo primero o por tener amigos sin ser
amigable. Esmerarse por conseguir afecto sin brindarlo primero es imposible.
Todo el que sabe amar es amado.
Quien ama es querido sin inquietarse por
lograrlo. Lo que vale es como estas, no donde estas. Lo que importa son las
personas, no el lugar. No te afanes por llegar al Cielo. Dedícate a llevar el
Cielo dentro de ti, nadie lo halla si no lo lleva dentro de su corazón. Ama a
Dios, amate a ti mismo, ama a tu prójimo. Cuando haces el bien a otros, a ti
mismo te lo haces ya que el amor que brindas vuelve con creces sobre ti;
siempre que das recibes. Recuerda el presente es lo único que tienes porque el
pasado paso y el porvenir no te pertenece. Aprovecha tu presente para tener una
amistad con Dios. Cuando se tiene la certeza de haber conseguido el Cielo se
ama con intensidad. Siembra ya ahora que estas a tiempo porque el tiempo pasa y
tu mismo tambien. Ten presente que el amor que damos en el mas acá se
convierte en alegría
ya y en el mas allá; osea en esta vida y en la otra, la cual es la mas
importante por ser eterna. Te pregunto, ¿Le has abierto las puertas de tu corazón
al Espíritu Santo? No olvides que El nos dice, Yo toco la puerta de tu corazón, si me abres yo entrare y cenare contigo (Apocalipsis 3:20). Esto
significa que si lo dejas entrar a tu vida, entonces el te brinda una
permanente amistad sin fallarte. Yo espero que ninguna persona de este mundo se
niegue a abrirle la puerta de su corazón a JESUCRISTO para así poder cenar con
el mejor amigo del mundo y tener una comunión permanente con el Rey del
universo. ¿Quieres tu experimentar esta amistad?
Con amor,
María Fanny
Agudelo
05/18/13
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