Hoy es un hermoso día mas que nuestro Dios nos da,
hagamos todos su obra buscando su divina sanidad. Entreguémosle a El nuestros
corazones porque a Él solo le pertenecen. No cabe ninguna duda, sigamos con
nuestro salvador porque es infinita su hermosura. Qué buena es la vida cuando
vamos con el Señor dirigiendo nuestros pasos a su infinita mansión. Ayúdame Señor
a predicar tu santo Evangelio, con ansias de amor para llegar a lo eterno. Son
hermosuras de la vida que Tú nos proporcionas al preparar nuestros corazones
para llegar a tus infinitas mansiones. Las delicias del Cielo no te las
perdonamos Papá porque nos las tienes prometidas desde toda la eternidad. Y
es por el Señor que por nosotros su
sangre preciosa derramo, y es por eso que nosotros nos apoyamos siempre en su
santa redención. Y hagamos todos la obra del Señor, buscando siempre sanidad y
contemplando sus caminos en las mansiones del mas allá. Quisiera escribir algo más
de temas tan importantes y darle gracias al Señor porque nos regalo la
salvación. Te amamos Papá Dios y deseamos comprobártelo con hechos, pero comprendemos
que no somos nada, solo deseamos que nos lleves a tu regazo como niños mimados.
Lo más grande para nosotros es saber que Tú nos amas; llénate de gozo Papá porque tus criaturas te adoramos. Pero mira Papá las ovejas de tu rebaño descarriadas, ¡como me duelen Señor¡ Por favor hermanos no nos crucemos de brazos como si no pasara nada. Por ellos queremos hacer oraciones y también sacrificios, pero escúchanos Señor que un alma vale mucho. Qué bueno Papá que nos llevaras a todos junticos sabiendo que el Cielo debiera ser nuestra última y última morada. Para todas las almas que creaste no dejes que el demonio se meta en tus obras benditas. Lástima que no sea así porque muchos voluntariamente te rechazan; mejor no me detengo en tan crueles pensamientos, pero sí encomendamos tus obras a la bendita redención del Señor y a su Santo Espíritu que no nos desampara. Gracias, muchas gracias Papá.
Lo más grande para nosotros es saber que Tú nos amas; llénate de gozo Papá porque tus criaturas te adoramos. Pero mira Papá las ovejas de tu rebaño descarriadas, ¡como me duelen Señor¡ Por favor hermanos no nos crucemos de brazos como si no pasara nada. Por ellos queremos hacer oraciones y también sacrificios, pero escúchanos Señor que un alma vale mucho. Qué bueno Papá que nos llevaras a todos junticos sabiendo que el Cielo debiera ser nuestra última y última morada. Para todas las almas que creaste no dejes que el demonio se meta en tus obras benditas. Lástima que no sea así porque muchos voluntariamente te rechazan; mejor no me detengo en tan crueles pensamientos, pero sí encomendamos tus obras a la bendita redención del Señor y a su Santo Espíritu que no nos desampara. Gracias, muchas gracias Papá.
José Joaquín Agudelo G.
Agosto
8, 2006