…y la descendencia de ellos será conocida entre las
naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos los que lo vieren,
reconocerán que son linaje bendito de Jehová.
Isaías 61: 9
Querida
familia y amigos del Blog. Les cuento que nunca he leído algo tan bonito acerca
de los nietos; así que quiero compartirles algo muy especial que escribió el
colombiano Alberto Delgado en su libro "Aprendamos a Envejecer".
Disfrútenlo.
La maravillosa presencia de nuestros
nietos es una renovación de nuestro espíritu y también de nuestro cuerpo. ¿Qué
son los nietos? ¿Son unos hijos más?!No! Son hijos duplicados; hay en ellos una
prolongación que es precisamente una duplicidad en la función creadora y en la
extensión de la especie humana. En los nietos se alarga la vida hacia unos
límites de amor que no se soñaron. Los hijos fueron el testimonio, los nietos,
la confirmación; por eso se quieren tanto, por eso se aman con profundidad, por
eso son el mejor regalo de Dios para la edad mayor. Un nieto es un anhelo
convertido en realidad; a ellos les damos el cariño y el amor que tal vez no
pudimos dar a nuestros hijos y ellos nos dan el cariño y el amor que nadie nos
da en esta etapa. Con la presencia de los nietos se reedita la juventud y el
corazón palpita vigorosamente como si fuera el de un adolecente.
Con un nieto en los brazos o cerca de nosotros tenemos también al hijo y a la esposa, tenemos la juventud que se nos ha escapado, tenemos el amor verdadero ya que ellos nada piden y todo lo dan. Estas criaturas maravillosas con sus caprichos e infantilerías, nos llevan a otros mundos y nos regalan el concierto de sus risas sonoras y refrescantes. Los nietos nos hacen revivir la historia del amor; el alma se torna nueva y vuelven las esperanzas. Los nietos son la fortuna de los años y de la sensatez. La casa de los abuelos se llena de alegría familiar y el gozo se refleja en sus ojos limpios.
¿Se quieren más los nietos que los hijos? Así parece pero no es así. Lo que ocurre es que en los nietos seguimos amando a los hijos. Gracias Señor por habernos permitido ser padres y abuelos. Estos hijos y nietos son fruto de tus manos bondadosas. Señor, somos felices de haber cumplido la labor que nos diste. Queremos llegar a ti con las manos llenas de frutos recogidos en varias cosechas de nuestra existencia; cuídalos Señor, protégelos con tu gracia y tu poder, llévalos por el camino del bien y de la verdad, aliméntalos con tu Palabra y no permitas que ellos se separen de ti; estamos seguros de que Tu seguirás a su lado y que tu protección jamás les faltará. Nosotros los mayores estamos obligados a cuidar nuestros comportamientos para que todos reciban el buen ejemplo y se sientan atraídos por nuestra vida honesta y limpia. No olvides que con tus fuerzas, empuje y entusiasmo, podrás demostrar la grandeza de tu alma y señalar el camino que tus descendientes deben recorrer. Ojalá que se cumpliera el anhelo de todos los abuelos en que "cada generación supere a la anterior".
Con un nieto en los brazos o cerca de nosotros tenemos también al hijo y a la esposa, tenemos la juventud que se nos ha escapado, tenemos el amor verdadero ya que ellos nada piden y todo lo dan. Estas criaturas maravillosas con sus caprichos e infantilerías, nos llevan a otros mundos y nos regalan el concierto de sus risas sonoras y refrescantes. Los nietos nos hacen revivir la historia del amor; el alma se torna nueva y vuelven las esperanzas. Los nietos son la fortuna de los años y de la sensatez. La casa de los abuelos se llena de alegría familiar y el gozo se refleja en sus ojos limpios.
¿Se quieren más los nietos que los hijos? Así parece pero no es así. Lo que ocurre es que en los nietos seguimos amando a los hijos. Gracias Señor por habernos permitido ser padres y abuelos. Estos hijos y nietos son fruto de tus manos bondadosas. Señor, somos felices de haber cumplido la labor que nos diste. Queremos llegar a ti con las manos llenas de frutos recogidos en varias cosechas de nuestra existencia; cuídalos Señor, protégelos con tu gracia y tu poder, llévalos por el camino del bien y de la verdad, aliméntalos con tu Palabra y no permitas que ellos se separen de ti; estamos seguros de que Tu seguirás a su lado y que tu protección jamás les faltará. Nosotros los mayores estamos obligados a cuidar nuestros comportamientos para que todos reciban el buen ejemplo y se sientan atraídos por nuestra vida honesta y limpia. No olvides que con tus fuerzas, empuje y entusiasmo, podrás demostrar la grandeza de tu alma y señalar el camino que tus descendientes deben recorrer. Ojalá que se cumpliera el anhelo de todos los abuelos en que "cada generación supere a la anterior".
Mi esposo en
uno de sus mensajes titulados EL ANCESTRO ME SORPRENDE decía Señor, “no vas a permitir que mis grandes defectos los hereden
mis descendientes o que los hayan heredado. Sin embargo lo que si quisiera es
que me heredaran el AMOR y la FE que me has regalado; seria para mí
un gozo muy grande.” Lo que más anhelamos es dejarles esa buena herencia
a toda nuestra descendencia. Señor gracias por permitirme ver 4 generaciones:
la mía, la de mis hijos, la de mis nietos, y la de mis bisnietos. Los amo a
todos, ellos son alegría para mi vida ¡Bendice este hermoso ramillete familiar
siempre creciendo a todos los niveles, pero más importante aun siempre marchando
juntos hacia el Cielo!
Con amor,
María Fanny
Agudelo
08/08/14
Nota de la Editora: Esta es una buena oportunidad para felicitar a la escritora María
Fanny por recibir un nuevo bisnieto nacido el 5 de Agosto/14, el cual hace
parte de este ramillete de la descendencia que será conocida entre las naciones
como linaje bendito de Dios y embajadores de JESUCRISTO. De nuevo
felicitaciones por ese privilegio que Dios le está concediendo de ver la 4ª
generación en salud, vitalidad, fortaleza, y bendición.
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