Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor JESUCRISTO, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada, e inmarcesible, reservada en los Cielos para vosotros. 1Pedro 1:3-4
Tú y yo tuvimos principio, pero no tenemos fin; nuestra duración es eterna, así lo dispuso nuestro Padre Dios. Solo tenemos uno de dos lugares para vivir la eternidad: El Cielo o el infierno, el que queramos escoger durante nuestra vida. Nadie nos puede quitar ese derecho de seguir el camino que queramos, pero nosotros seguimos al Señor JESUS y no lo cambiamos por ningún otro tesoro. El es nuestro dueño adorado, El es nuestra vida eterna. No se dejen engañar de los falsos profetas que sobreabundan en este tiempo. Si me recibes estos consejos, yo me pongo muy contento porque eres uno más para la gloria de Dios y es lo único verdadero. Si estás conmigo, entonces en el Cielo nos encontraremos en compañía de los bienaventurados por los siglos de los siglos. Lo que acabo de escribir es un comentario propio, pero todo tiene apoyo bíblico. Buen provecho hermano y amigo querido. Que el Señor nuestro Dios te bendiga poderosamente.
Cordialmente.
Julio
4, 2007
Nota del Escritor: Pido un favor que si el comunicado
les agrada, favor retransmitirlo electrónicamente hasta donde más puedan. ¡Muchas
gracias!
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