I
Desde este
lugar de la Tierra Señor,
Permíteme
expresarte unas palabras porque todo es con amor.
II
El horizonte
de la vida que claro está,
Despertemos
de este letargo para llegar al más allá.
III
El sol de la
mañana nos empieza a alumbrar,
Así alumbrara
para nosotros el sol de la eternidad .
IV
La radiante
aurora de nuestra vida nos empieza alumbrar,
V
Papacito Dios
no te exigimos más,
Llévanos
contigo por la eternidad.
VI
Nuestro gran empeño
Padre es nuestra entrega a Ti con anhelo,
Para gozarnos
de las delicias del Cielo.
VII
No me
pregunten nada más porque nuestro gozo es completo,
Vamos con el
Rey llenos de contento.
VIII
En los brazos
del Señor queremos estar,
Y es tanta la
alegría y seguridad porque ya nadie nos puede robar.
IX
En la Tierra
hay penas no se puede dudar,
Pero nunca
ensombrecen las dichas de la eternidad.
X
Paz, paz
dulce paz,
Cordialmente,
José
Joaquín Agudelo G.
Septiembre
1, 2006
Nota del Escritor: Quien lea estas palabras y le
agraden, como le agradecería que las retransmitieras electrónicamente entre sus
amistades. Muchas gracias de antemano.