Mira terco, terquito, tercazo que te puedes condenar si no buscas al Señor y no dejas de pecar. Al Cielo no entra nada manchado, tenemos que lavarnos con la sangre del Cordero inmaculado. “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idolatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21:8).
Pero lo lindo es que tenemos un salvador, el Señor no nos dejo huérfanos. Nuestro Señor JESUCRISTO pago toda la deuda contraída por nuestros pecados y esto opera para todos los que queramos seguirlo. Condición indispensable, entregarle al Señor todo nuestro corazón. El valor de tu alma no tiene compradero. Señor, dame la gracia de encaminar almas a tu regazo bendito de amor. Papacito Dios no te detengas Papa, no te detengas porque para algo nos tienes acá. Papacito Dios no te rebajo media, Tu me creaste ambicioso hasta mas no poder. No sé qué vas a hacer conmigo, pero te pido toda la gracia, la gracia sin fin y sabiduría para compartir. Tus criaturas te queremos decir bonito, regálanos esa gracia de compartir con nuestros hermanos y amigos la valiosa amistad del Señor. Cúbrenos con tu amistad divina que tanto la necesitamos nuestro divino Señor.
El fuego del infierno es eterno y atroz a donde nos
quiere llevar Satanás, para que perdamos la gloria eterna de Dios como la
perdió el. Nosotros no te seguimos demonio engañador; que te sigan otros, pero
nosotros no. Nuestro defensor se llama JESUCRISTO que a alto precio nos compro.
Llévanos para el Cielo nuestro divino Señor; ningún otro camino queremos
seguir. Te amamos Señor!
Cordialmente,
José
Joaquín Agudelo
Septiembre
23, 2009
NOTA DEL ESCRITOR: Como me gustaría que lo compartieran
con otros hermanitos y amigos. Muchas gracias de antemano por hacerlo.
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