Nosotros
no tenemos vida, sino con la vida misma. Y JESUS dijo, “Yo soy la Vida…” Fuera
de tu regazo no podemos sentirnos bien. La vida intima con el Señor no hay
dicha igual; es como si ya estuviéramos con El allá contemplando la hermosura
de su santidad, ¡Qué bueno es olfatear la santidad! A todos mis hermanos del
mundo los invito a que hagan lo mismo porque todos tenemos los mismos derechos.
Estos pensamientos fortalecen el alma y embellecen la imaginación.
Saquemos
a relucir los regalos del Señor. Dame Papacito Dios un espíritu manso y un corazón
lleno de sabiduría y de paz. Ayúdanos a pasar por el mundo haciendo derroche de
todos los caminos bellos del Señor. Papacito Dios hazme perfecto para cuando me
llames a tu presencia divina este preparado según tus bellos designios de amor.
Yo reconozco mi gran pobreza espiritual, pero llevando al Señor en mi corazón soy
rico hasta más no poder. Dame ante todo una humildad que a ti te agrade, ese es
mi gran deseo hasta que me lleves a tu santa presencia; pero no quiero solo,
dame la gracia de llevar muchas almas a tu regazo bendito de amor.
Padre Celestial, yo creo en el
sacrificio perfecto que hiciste en la cruz a favor de la humanidad. Yo sé que
soy pecador(a); perdóname todos mis pecados. Lávame con tu sangre preciosa.
Hazme una nueva criatura. Yo te acepto en mi corazón como mi Señor y Salvador
personal porque sé que moriste en la cruz por mí para liberarme de la
esclavitud del pecado. Y yo también se que resucitaste de entre los muertos y
que ahora estás en el Cielo. Por favor escribe mi nombre en el Libro de la VIDA para que pueda estar
en el Cielo contigo por siempre. Y pido todo esto en tu santísimo nombre, oh
Señor Jesucristo, Amén."
Quisiera
que todos leyeran este mensaje porque para ustedes es, si amigos lectores para
ustedes es. Gracias, muchas gracias por hacerlo.
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo G.
Mayo 17, 2010