Mi esposo y yo fuimos criados en familias católicas en Colombia, y desde muy temprana edad nuestros padres nos enseñaron los principios morales fundamentales de la religión católica. Pero en abril del año 1989 fue cuando comprendimos el verdadero concepto de ser cristiano y desde entonces nuestra relación con Dios la hicimos más personal y fue en esa época cuando renacimos de nuevo como hijos de Dios en el cristianismo. Desde entonces comenzamos a escribir. José Joaquín ha escrito reflexiones acerca del amor de Dios y mensajes de esperanza para la humanidad, y yo sabios consejos para todas las familias de la tierra.

Sunday, February 21, 2016

QUE BUENO ES OLFATEAR LA SANTIDAD



Nosotros no tenemos vida, sino con la vida misma. Y JESUS dijo, “Yo soy la Vida…” Fuera de tu regazo no podemos sentirnos bien. La vida intima con el Señor no hay dicha igual; es como si ya estuviéramos con El allá contemplando la hermosura de su santidad, ¡Qué bueno es olfatear la santidad! A todos mis hermanos del mundo los invito a que hagan lo mismo porque todos tenemos los mismos derechos. Estos pensamientos fortalecen el alma y embellecen la imaginación.
Saquemos a relucir los regalos del Señor. Dame Papacito Dios un espíritu manso y un corazón lleno de sabiduría y de paz. Ayúdanos a pasar por el mundo haciendo derroche de todos los caminos bellos del Señor. Papacito Dios hazme perfecto para cuando me llames a tu presencia divina este preparado según tus bellos designios de amor. Yo reconozco mi gran pobreza espiritual, pero llevando al Señor en mi corazón soy rico hasta más no poder. Dame ante todo una humildad que a ti te agrade, ese es mi gran deseo hasta que me lleves a tu santa presencia; pero no quiero solo, dame la gracia de llevar muchas almas a tu regazo bendito de amor.
Por eso te motivo a que ores conmigo esta oración:
Padre Celestial, yo creo en el sacrificio perfecto que hiciste en la cruz a favor de la humanidad. Yo sé que soy pecador(a); perdóname todos mis pecados. Lávame con tu sangre preciosa. Hazme una nueva criatura. Yo te acepto en mi corazón como mi Señor y Salvador personal porque sé que moriste en la cruz por mí para liberarme de la esclavitud del pecado. Y yo también se que resucitaste de entre los muertos y que ahora estás en el Cielo. Por favor escribe mi nombre en el Libro de la VIDA para que pueda estar en el Cielo contigo por siempre. Y pido todo esto en tu santísimo nombre, oh Señor Jesucristo, Amén."
Quisiera que todos leyeran este mensaje porque para ustedes es, si amigos lectores para ustedes es. Gracias, muchas gracias por hacerlo.
Cordialmente,
                        José Joaquín Agudelo G.
                        Mayo 17, 2010

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