Puestos los ojos en JESUS, el autor y
consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,
menospreciando el oprobio y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12: 2
Los
93 años de vida que el Señor me ha regalado son dulzura y amor en los brazos
del Señor. Mi alma se deleita en la santa presencia de Dios y yo creo que la
tuya también. Ensaya y veras que te quedas ensayando. Quiero vivir con el Señor
dentro de mi corazón y no te largo Papa Dios; para que me hiciste tan querendón.
Ahora que tenemos derecho, mientras dure la vida no quiero poner frenos a los
arranques de mi corazón. Ese Cielo hermoso y bello no me lo puedes negar; para
que me hiciste tan exigente. Papa lindo, Papa bello, ese amor que nos tienes
nadie lo puede comprar. Nos vamos con el Amado y nadie lo podrá impedir porque
es un regalo tuyo y de nadie más. Papa Dios quisiera decirte bonito, pero no se
expresarme. Llena mi corazón de dulzura y amor. El lenguaje del Cielo quiero
hablar, lo que conversan los ángeles, querubines, serafines, y bienaventurados
donde vamos a estar por toda la eternidad.
Silencio hermanos queridos porque lo que sigue es trascendental: Hay un Cielo, es verdad, pero también hay un Lago de Fuego por toda la eternidad; ¿cual tú escoges? No se me vaya a quedar ni medio sin entrar al Cielo porque eso es lo que desea mi corazón. Nos vamos con Vos Papa y nadie lo puede impedir. El deleite que sentimos es desde lo alto, es desde el Cielo, por eso no se puede acabar. Deléitate Padre bello, Padre hermoso porque esto no se puede terminar. El encanto que siento no lo sé expresar al referirme al Cielo donde vamos a estar. Nuestros hermanos de la Tierra que ahora vivimos, no los vas abandonar hasta que nos vayamos todos junticos a ese lugar llamado Cielo por toda la eternidad.
Silencio hermanos queridos porque lo que sigue es trascendental: Hay un Cielo, es verdad, pero también hay un Lago de Fuego por toda la eternidad; ¿cual tú escoges? No se me vaya a quedar ni medio sin entrar al Cielo porque eso es lo que desea mi corazón. Nos vamos con Vos Papa y nadie lo puede impedir. El deleite que sentimos es desde lo alto, es desde el Cielo, por eso no se puede acabar. Deléitate Padre bello, Padre hermoso porque esto no se puede terminar. El encanto que siento no lo sé expresar al referirme al Cielo donde vamos a estar. Nuestros hermanos de la Tierra que ahora vivimos, no los vas abandonar hasta que nos vayamos todos junticos a ese lugar llamado Cielo por toda la eternidad.
José Joaquín Agudelo G.
Junio 11, 2010
Nota
del Escritor: ¡Cómo me gustaría que compartieras este mensaje!
No comments:
Post a Comment