Hola familia y
amigos, ¿Sabían ustedes que la familia es la base de la sociedad? La familia es
una pequeña iglesia y un dulce hogar donde les enseñamos a nuestros hijos la Palabra
de Dios y la fe en Jesucristo. Es también el único lugar parecido al Cielo,
pues allí experimentamos seguridad, paz, tranquilidad y amor; en otras
palabras, allí está Dios. Así que debemos luchar porque las familias no se
acaben; solo Dios podrá salvarnos de la catástrofe que este mal nos acarrearía.
Ahora quiero
compartirles cuatro importantes consejos escritos por el pastor Eliezer Pérez y
los resumo así:
1) Debemos
mantenernos muy enfocados en la vida familiar estableciendo prioridades y
regalando tiempo de calidad.
2) Las familias se
fortalecen teniendo buena comunicación entre todos los miembros que la
componen, la cual debe ser edificante, constructiva, clara, precisa y directa,
nunca ofensiva.
3) También
necesitamos mucho amor y afecto, tanto físico como verbal. Si usted desea una
familia sana y unida, dígales a los miembros de su familia permanentemente que
los ama.
4) Está demostrado
que las familias que dan el primer lugar a Dios experimentan bienestar y
sentido de propósito.
Ahora yo quiero
decirles que no olviden que ninguna familia está exenta de enfrentar tiempos
difíciles. Por ello es necesario aprender a resolver las crisis de manera
apropiada y no permitiendo que las diferencias se conviertan en separación,
sino uniéndose para poder luchar contra lo que está perturbando. De las
familias nacen los hijos y de los hijos los nietos, los cuales nos alegran la
vida. Los hijos son el testimonio y los nietos la confirmación y por eso los
amamos tanto, siendo el mejor regalo de Dios para nuestra vejez. Con un nieto
en los brazos tenemos el amor pleno, pues ellos no piden nada y todo lo dan.
Los nietos son la fortuna de los años llenando la casa de los abuelos de
alegría familiar. Dicen que los abuelos amamos más a los nietos que a los
hijos, pero se equivocan porque lo que pasa es que el amor a los hijos se
renueva por medio de los nietos. Gracias Señor por permitirnos ser padres,
abuelos y bisabuelos. Estamos contentos de haber cumplido tu misión, y venir a
ti con las manos llenas de los frutos de varias cosechas. Cuídalos Señor,
protégelos con tu gracia y poder, llévalos por el camino del bien y la verdad,
no permitas que se separen de ti y que tu protección nunca les falte. Nosotros,
los abuelos, tenemos la obligación de cuidar nuestro comportamiento para que
todos los que nos ven y escuchan reciban la influencia de nuestro buen obrar.
No olvidemos que con nuestras fuerzas y entusiasmo podemos demostrar la
grandeza de nuestra alma y señalar el camino que nuestra descendencia debe
seguir. Ojalá se cumpliese nuestro anhelo y que cada generación supere a la anterior
en cuanto al temor de Dios. Así la gente que habita este planeta tierra tendría
un mundo muy diferente al de hoy. Mi consejo es que nunca nos apartemos de Dios
para así poder tener familias muy sólidas y felices.
Con amor, María Fanny Agudelo
6/20/2019
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