Querida familia y amigos, la experiencia que tuve durante 62 años de matrimonio hasta que mi esposo partió hacia la eternidad, es muy grande y valiosa. Yo doy gracias a Dios por haberme concedido un matrimonio estable con un hombre maravilloso. De esta linda relación Dios nos concedió un ramillete de 11 preciosos hijos con toda una descendencia.
Realmente yo tengo muchos y buenos consejos para darles a todos ustedes para que tengan y sostengan matrimonios estables y bendecidos. Permítanme resumir difícilmente estos consejos solo en 3:
1- DIOS debe estar siempre reinando en medio de las parejas y estas deben permitir que sea el Espíritu Santo quien las guie siempre. Esto porque nosotros somos necios y débiles que por nuestro propio esfuerzo no conseguiríamos nada.
2- Las parejas deben haberse unido solo por AMOR VERDADERO; ya que hay muchos matrimonios realizados por conveniencias personales, familiares, por dinero, por apariencia física, por posición social o solo atracción sexual. Cualquier hombre o mujer que se case por fines distintos al amor verdadero que sienten el uno hacia el otro, tienen fracaso seguro. Digo hombre o mujer porque en estas épocas se está dando el matrimonio del mismo sexo; obviamente esto está fuera del diseño de Dios. Yo estoy hablando de que las parejas, de hombre y mujer, unidas por el verdadero amor que cumplan estos requisitos difícilmente fracasaran. Esto porque el amor verdadero proviene de Dios y DIOS ES AMOR. El amor verdadero es un amor tan sublime que todo lo puede, todo lo entiende, lo soporta, lo espera y lo perdona. El amor fingido y el amor sensual no es verdadero amor. El verdadero amor es un sentimiento sagrado que si tu amas a tu pareja con amor sincero y verdadero no te va a costar mucho sacrificio luchar para que este se sienta cómodo y feliz.
3- En esta clase de amor está la HUMILDAD que es tan importante entre las relaciones. Aunque las parejas sigan los consejos anteriores y luchen para que en su matrimonio no haya conflictos, si al menos uno de los dos no es humilde el matrimonio sería un fracaso. Lo contrario de humildad es altives, celos, orgullo, soberbia, egoísmo, rencor y envidia. Una persona humilde se olvida de sí misma y siempre está preocupada porque su pareja se encuentre bien sin importar el sacrificio que tenga que hacer.
Pero todo no ha de ser consejos; así que les cuento una hermosa y pequeña historia, la podríamos llamar “Parejas con sabiduría.” Esta dice así:
En la vejez pregunto una humilde esposa: ¿Por qué llegamos juntos hasta aquí? Y el anciano responde: Porque en lugar de gritar, nosotros hablamos; en lugar de huir, buscamos soluciones. Además porque todo o nada era de los dos; porque lloramos y reímos juntos; porque un día nos prometimos y lo cumplimos a estar juntos en las buenas y en las malas. Pero sobre todo porque nuestro amor creció con el tiempo en forma del amor de Dios (incondicional) que es el que nunca se acaba. Recuerden, que los matrimonios estables no son imposibles. Por supuesto que JESUCRISTO debe ser el centro de sus vidas y deben luchar no con sus propias fuerzas, sino con la ayuda divina.
Las parejas tienen sus altos y sus bajos, pero caminando juntos de la mano de JESUS, se hace más fácil el peregrinaje por esta tierra. Teniendo en cuenta los pequeños momentos cotidianos, se va edificando una relación matrimonial especial y valiosa.
Dentro de las parejas matrimoniales cristianas esta el Dios poderoso que los une y los hace tan fuertes, que siempre ellos miraran las metas y no las circunstancias.
¡Levántense! Y miren la mañana llena de luz, caminen y luchen en esta vida juntos para que así puedan gozar de la otra vida que es eterna y por lo tanto la más importante. Pero esto solo es posible con JESUCRISTO. Recíbelo ahora mismo. Toma la mejor decisión de tu vida. ¡Animo!
Que Dios bendiga sus hogares siempre!
Con amor,
María Fanny Agudelo
1/20/2025
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