Señor JESUS quiero ante todo que me permitas gozarme con tu presencia
divina, extasiarme con tus bondades, y maravillarme con tu Gloria. Señor, yo te
amo porque te amo, no hay otro motivo. Guárdame, guárdame, quiero reposar en Ti
mi Señor amado porque soy tu propiedad y parte de tu universo. Acuérdate mi
buen Señor que por aquí tienes un pedigüeño, un cansón contigo e insoportable;
y no me vas a aguantar como si esto se pudiera decir. Yo te pido a favor del
mundo entero. Me duelen los perdidos, úsame Señor. ¡Como será el amor que me
has regalado que no ceso de alabarte mi Dios! Tú eres mi encanto por los siglos
de los siglos. Estos son momentos que no se pueden pasar inadvertidos como si
nada fuera. Pero sabes amado hermano que tu al igual que yo somos muy
importantes para el Señor; y Dios nos ama tanto, tanto que se goza con todo lo
que decimos o hagamos si lo hacemos para
su gloria.
Cultivemos esa amistad divina porque es hermosa. La vida no se
siente, es un encanto. Los sufrimientos se vuelven dulces en la santa presencia
del Señor. Para El sea la gloria. Amen.
Cordialmente,
José Joaquín
Agudelo
03/20/2000

















