I
Los impulsos del corazón,
son armas poderosas,
en la santa presencia
del Señor.
II
Los mensajes del amor,
son para toda la humanidad,
esperamos que nadie se quede callado,
para llegar al más allá.
III
Ese lugar es el cielo,
donde todos vamos a estar
en los brazos del Señor
por la eternidad.
IV
Que esperanza tan preciosa,
no la podemos despreciar,
porque es un bello regalo
que el Señor nos da.
V
El ratico del vivir
lo queremos emplear
en compañía del Señor
por siempre jamás.
VI
Siempre pronunciamos: eternidad, eternidad…
Lo único que sabemos es que ya casi estaremos viviendo allá,
y también el lugar donde vamos a estar,
porque si vamos con el Señor, Él no va a fallar.
VII
Nuestro lugar es el cielo,
No lo podemos dudar,
es por eso que nos alegramos tanto
para llegar al más allá.
“porque todo aquel que invocare el nombre del
Señor, será salvo.” (Carta a los Romanos capítulo 10 verso 13)
Creer en el Señor Jesucristo es salvación segura. Al dejar el mundo, el gran consuelo que encontramos es su dulce amor. Vivamos el presente que el futuro le corresponde al Señor, porque Él es el dueño de nosotros por la eternidad.
José J. Agudelo
Su amigo de corazón
Agosto de 2006.
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