Llego a mis manos un escrito anónimo que habla cosas muy reales acerca del perdón. Yo deseo compartir con mis amigos del Blog algunos extractos de este escrito.
Cuando otros nos hieren, esto duele mucho, pero la mejor venganza es el perdón. La falta de perdón te auto-esclaviza y te lastimas a ti mismo cuando no perdonas; mientras que muchas veces el ofensor ni se percata de tus sentimientos. La falta de perdón te mantiene preso y atado a esa persona. Así que te aconsejo, perdona si deseas ser libre. ¿Quieres tratarlo?
¿Te fallaron? ¿Te lastimaron? ¿Te ignoraron? ¿Te despreciaron? Bienvenido al planeta Tierra. Este es un mundo lleno de injusticias con los seres humanos que tienen libre albedrío, pero serán libres y felices únicamente aquellos quienes cruzan la barrera del perdón. Quienes saben perdonar poseen una virtud suprema, un don de Dios. Solo los valientes, los sabios, y los que tienen verdadero amor en su corazón saben perdonar. Tú eliges entre permanecer preso o hallar la libertad. Cualquier mediocre puede ser violento, matar, abusar, y lastimar, pero no cualquiera posee el supremo valor de perdonar. Este es solo un rasgo de los hijos de Dios que se mueven con sabiduría de lo alto. Perdona hoy lo que te hicieron ayer. Confiesa el perdón con tus labios. Hazlo ahora mismo y serás libre. ¿Quieres tratarlo?
Recuerda que muchas veces le fallamos a Dios, el Hacedor de nuestras vidas y Creador del universo. Pero El no se complace tanto en juzgar, sino en perdonar porque El es misericordioso. Su naturaleza es perdonar las fallas de sus hijos. No importa lo que hayas hecho, Dios es amor y El te perdona. Repito, Dios te perdona. Por que donde hay verdadero arrepentimiento, hay un perdón de Dios asegurado. ¿Quieres tratarlo?
Algunos se podrán preguntar, ¿Dónde esta Dios que no lo veo? Pues si ya recibiste a JESUCRISTO en tu corazón, entra a tu interior y lo vas a encontrar. Y si no, invítalo a que entre a tu vida. Con la fe puesta en el Señor y experimentando su perdón, te sentirás libre y tendrás un nuevo y emocionante día. ¿Quieres tratarlo? Ahora es tu oportunidad!
Con amor,
María F. Agudelo
11/30/11
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