Permítame Señor que yo te entregue mis pensamientos y mis mas grandes deseos de amor. Toma Papa Dios mi existencia porque es tuya y haz con ella según tu santa voluntad. Es una dicha abandonarme en tus brazos divinos y romper todo yugo. Vamos a la iglesia para ser de bendición y glorificar a Dios con nuestra vida. Los cristianos buscamos la santidad y la pureza siempre. ¿Qué es santidad? Santidad es reproducir a JESUCRISTO en nuestra vida.
El Señor es el amigo del que ya no tiene amigos. Oremos por todos los que se sienten incapaces de hacerlo. Los que se sienten incapaces de abrir sus corazones. Padre Dios como reemplazo del mundo infiel toma mi vida en compensación por los ingratos que no te quieren conocer, que no te quieren honrar y mucho menos glorificar. Bendito eres Padre Dios, eres el único Dios Verdadero, no hay otro. Te adoro Dios mío y quiero que me des palabras que te agraden para adorarte en espíritu y en verdad. Regocíjate Señor con mis pensamientos porque son bellos regalos tuyos. Cualquier movimiento de mis labios es para tu gloria. Todo lo que tú me das es hermoso.
Glorifícate con todos mis actos que son frutos de la cosecha que sembraste en mi alma. Es por eso que nuestra amistad tiene raíces profundas. En consecuencia no ceso de bendecirte todo el día y llenarme de alegría. Tu amistad no tiene precio; si fuésemos a comprarla no habría con que, mas sin embargo solamente es el precio de una oración humilde y sincera. Mi entrega al señor es permanente y siempre. Recíbeme Papacito Dios!
Cordialmente,
José Joaquín Agudelo
Octubre 14, 2003
www.holdingheaven.blogspot.com
Las primeras dos phrases fueron parte de mi oración anoche. :) Muy bonito.
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