NO HAGAS NADA CON OBSESION

En este verano del 2013 quiero compartirles a todos mis amigos del Blog un escrito anónimo que encontré en mi archivo acerca del testimonio de una mujer que andaba en obsesiones que le impedían disfrutar de su familia. Y aunque este escrito se refiere a las mujeres, pienso que incumbe a todos.

Solía pasar 8 horas cada fin de semana limpiando para poder ver mi casa organizada y limpia. Y además por si venia alguien a visitarnos, pero al final entendí que nadie venia porque todos estaban disfrutando de sus familias y divirtiéndose.

Entonces si ahora viene alguien a mi casa no tengo que preocuparme en que condiciones está porque ellos están mas interesados en escuchar acerca de las experiencias con mi familia y de las cosas que hago para mi crecimiento que mirar alrededor. Yo disfruto leyendo la Biblia, orando, y agradeciendo a Dios por tantas maravillas que ha hecho para que nos gocemos. Ahora entiendo que debo limpiar mi casa pero no con obsesión. Ahora entiendo que el bienestar de mi familia es muy importante. Y por si no te has dado cuenta la vida es corta,

así que hay que vivirla agradando a Dios y disfrutando de nuestros seres queridos y amigos. Por lo tanto limpia tu casa cuando es necesario y sin obsesión. Pero también saca tiempo para pintar un cuadro, plantar una semilla, hacer un pastel, enviar un e-mail, hacer deporte, pescar, caminar, cantar, leer, etc.  Deberías pensar bien en la diferencia entre hacer algo con obsesión y necesitar hacerlo realmente. Así que limpia cuando es necesario. Pienso que el tiempo por esta Tierra es corto y debemos disfrutar de diferentes actividades rescatando sus pequeños detalles tales como: Navegar en los ríos, ver hermosas cascadas, escuchar melodiosa música, leer interesantes libros, jugar con las olas del mar en familia y compartir amistad con muchos y todo esto en la presencia del Creador. En fin muchas cosas saludables y agradables hay para hacer, pero te repito limpia y asea sin obsesión. No olvides que en la naturaleza

hay muchas cosas bonitas como el sol brillando en tu rostro, el aire moviendo tu pelo, la blancura de la nieve cuando cae de cielo y la disfrutan nuestros niños, un chaparrón cuando te emparama sorpresivamente, los hermosos colores de las flores, y las aves volando por el aire entre otros.

Repetimos con la mujer de este testimonio que la vida es corta y que estos momentos que disfrutamos con

nuestros seres queridos y amigos se van y no volverán. Cuando Dios te llame a su presencia lo más importante es haber vivido conforme a los mandatos de Dios que se resumen en dos: Amar a JESUCRISTO sobre todas las cosas y amar al prójimo como a ti mismo. Quiero que compartas este mensaje con tus amigos y con todos los hombres razonables, será esto posible?

Con amor,

                        María Fanny Agudelo

                        06/30/13

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